CAPÍTULO 42

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Hacía tiempo que se había dejado de maldecir a sí mismo. Eso no estaba haciendo ningún bien. Pero él tenía su rastro ¿Las perras realmente pensaban que podrían esconderse de él en St. Elmo? No, las tendría a todas. Empezaría con la policía y terminaría con la maldita de Maximoff.
Maldición. Le había dicho a Walker que no involucrara a los policías. Le había dicho a Walker que podría rastrearlas por su cuenta. No necesitaba un maldito dispositivo de rastreo para seguirlas. Pero no, el imbécil de Walker no quería correr el riesgo. Había dicho que una mujer policía no iba a ser un problema. "Estúpido hijo de puta" murmuró mientras elevaba el cuello de su chaqueta hasta sus oídos, tratando de protegerse del viento frío que había golpeado esta mañana "Estúpido hijo de puta" dijo nuevamente.

El Objetivo - WandaNat AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora