Capitulo 4

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Park Jimin

Me encontraba acostado mirando un cómic que le había tomado a Taehyung. No podía concentrarme en eso cuando a las afueras de mi celda se encontraba un tipo dando vueltas como un perro. Suspiré y me levanté de la litera para encararlo.

—¿Se puede saber por qué estás aquí como un perro guardián?— pregunté irritado

—El señor Min dijo que vigilará.— se detuvo mirándome.— No quiere que vuelva a hacer un show.

Rodé los ojos. Ese imbécil— No te quiero aquí, así que vete— espeté de manera brusca.

—Lo siento, pero no me pue- — lo interrumpí.

— Te dije que no te quiero aquí y no te estoy preguntando. Vete — lo empuje lejos —Largo— Seguí sus pasos con la mirada hasta asegurarme que estuviera lejos y así entrar de nuevo y acostarme.

Minutos después entró Taehyung y me miró, yo sonreí al verlo.

—Hola, no viniste anoche— hablé mientras daba vuelta a la página del cómic, ahora sí prestando más atención.

—Hm, estaba con Jungkook... Bueno, no vine por mucho tiempo, el Jefe quiere verte— fruncí el ceño.

—Yo no tengo Jefe Taehyung — moví mi pie izquierdo de un lado a otro— Nunca lo he tenido ni lo tendré.

El suspiro y se sentó a mi lado — Jimin, en serio ve con él, si no vas el mismo va a venir.

—Pues que venga, a mí no me interesa lo que él quiera — lo mire

—Jimin— su llamado sonaba irritado.

—Taehyung— repetí a su llamado

—¿En serio no vas a venir? 

—Muy en serio.

Salió de la celda y yo volví al cómic. No entiendo cual era la necesidad de verme, pero si lo quiere así que venga, él quiere verme, no yo a él.

Luego de un rato escuche la puerta de mi celda ser azotada con fuerza, pero yo ni me inmute y seguí con mi mirada fija al cómic.

—Te mande a llamar— su voz sonaba un poco molesta

—Ya estás aquí ¿No? Me ahorras el camino.— dije sin importancia.

Me arrebató el cómic y lo rompió —Mírame cuando te hablo.

—¿Qué diablos quieres? — Lo mire molesto

—¿Por qué quitaste a la persona que te puse frente a la celda?— él estaba enojado.

—Porque no necesito un maldito perro guardián vigilando.— pero yo lo estaba más.

— A mi nadie me desobedece — se le veía una vena en el cuello, parecía que iba a explotar

— Pues mira, llegó Kitty Gang a bajarte de tu nube.

— Me vas a respetar quieras o no.

—¿Y qué vas a hacer? ¿golpearle? — alce las cejas con incredulidad.

love behind bars | YoonminDove le storie prendono vita. Scoprilo ora