Kagome OTSUTSUKI, la segunda princesa de la luna

🌕una noche que fue preciosa🌕

Estaba amaneciendo, cuando una hermosa mujer abría sus ojos, la mujer se encontraba rodeada por unos brazos fuertes, que ayudaban a cubrir su esbelto cuerpo, Aome recordo la noche fugas que tuvo con su acompañante, se ruborizó como un tomate y trató de salir de su agarre, al salir de los brazos de sesshomaru, ella cayó al piso por un fuerte dolor que se encuentraba recorriendo su espina dorsal, mientras soltaba un leve quejido que fue escuchado por sesshomaru quién ya se estaba despertando.

—que pasó Miko? Te dule~

Decía en un tono de satisfacción por ver el hermoso cuerpo que tenía frente suyo, ella lo miró enojada y solo busco su ropa para vestirce y largarse de aquél lugar. Sesshomaru tomo su ropa y se vistió; cuando Aome se estaba poniendo las cintas al rededor de sus pechos, sesshomaru la agarró por la cintura y la pego a su cuerpo en un tipo de abrazó? Mientras que Aome se terminaba de acomodar su blusa. Y sospechaba por el abrazo del Yokai, lo que ella no sabía es que le vendría una gran sorpresa, que Inuyasha se pondría histérico y se lo revelaría.

Aome uso su ojo rinnegan para volver con los chicos, seguramente la estaban buscando.

Aome se estaba acercando a una aldea  que se encuentraba en reparaciones, tubo curiosidad; por lo que fue a preguntar a ver si alguien le contaba algo de lo que ocurrió, al pasar se topó con unas señoras de tercera edad que llevaban materiales de construcción para reparar los daños de las casas en ruinas.

—Disculpe señorita, pero se le ofrece algo.

Decía un hombre que la avía visto entrar.

— no en realidad, estoy buscando a mi gente. Pero me puede decir en donde estoy.

— claro, usted se encuentra en la aldea de la pradera.

— ohh ya veo¿pero que pasó?

— hubo una fuerte tormenta, el viento y la lluvia chocaban contra las casas de la aldea y las derrumbó. Tuvimos suerte de poder sacar a la gente que se encontraba atrapada por las casas derrumbadas, pero también perdimos a algunos.

— ya veo, lamento escuchar todo eso.

— pero dígame ¿A donde se dirige?

— tengo que cumplir una misión de encuentro con unos compañeros.

— por su forma de vestir. Eh de decir que parece una shinobi o una samurái.

— de echó tengo ancestros que pertenecían a esos rangos.

— le gustaría quedarce por hoy aquí en la aldea.

— la verdad es que debo darme prisa y volver a encontrarme con mis compañeros. Pero está bien aceptó.

Dijo con un tono serio.

Aome les ayudo a reconstruir algunas casas y kioscos que eran como torres de emergencias, para avisarles a los aldeanos cuando se aproximaban tormentas o peligros. Mientras el sol comenzó a brillar con la fuerte intensidad de su luz, sus rayos chocaban con la piel clara de la azabache que se encontraba ayudando a sacar algunas leñas rotas de los suelos para reutilizar, y de paso rescatar algunos objetos de valor de las casas levantadas, en otra parte de la aldea. Una niña de cabellos azabache y ojos color miel, se encontraba corriendo de unos aldeanos que la perseguían, se tropezó con unas piedras que la isieron caer y ser atrapada por los aldeanos

— ¡¡NIÑA ESTUPIDA, CREIAS QUE TE IVAS A ESCAPAR COMO LA ÚLTIMA VEZ MALDITA RATERA. ES POR ESO QUE NADIE TE QUIERE EN ESTA ALDEA, POR QUE ERES UN ASQUEROSO PARÁSITO QUE PISO ESTA ALDEA JUNTO A SUS PADRÉS. PERO SABES QUE?! YA TENGO LA SOLUCIÓN DE ESTE PROBLEMA, TE VOY A MATAR, ASÍ COMO LO HICE CON TUS PADRES MALDITA IMBECIL.