𝑬𝑵𝑪𝑯𝑨𝑵𝑻𝑬𝑫 • 𝑴INHO

-05

Genial, estaba cruda y para el colmo, castigada.

Así que si, me encontraba dirigiéndome a detención con un dolor de cabeza afortunadamente no tan terrible y sin ganas de vivir. Soy una persona positiva pero eso no cuenta cuando bebiste demasiado la noche anterior.
Entre a la biblioteca con Jiwoo y nos sentamos junto a Eunice. Recargue mi frente en la superficie de la mesa y me preparé mentalmente para estar ocho horas en la biblioteca.

No quería voltear a ver a Minho y ni siquiera puse atención a lo que sea que decía Kitty.

Cuando alcé la cabeza Yuri y Madison ya se encontraban ahí.

—Atención, estudiantes.-dijo el señor Lee, llamando la atención de todos.- Parece que me necesitan en el gimnasio brevemente.- se paró y nos miró a todos antes de hablar.- Madison Miller, demostraste ser digna de confianza. Estas a cargo mientras yo no esté. Por favor, asegúrate de que todos estudien en silencio.

—Si, señor.-respondió Madison. Se paró y cruzó los brazos.- Ya lo escucharon, estudien. -Al parecer espero a que el señor Lee se fuera para decir...-No es cierto, hagan lo que quieran. Pero tengan cuidado. Si no, tendré que escapar por la ventana.

Nadie se movió de su asiento a lo que Madison se confundío.

—¿Qué? ¿Alguno de ustedes nunca se quedó en detención en sábado y seguía la fiesta cuando su maestro salía? ¡Oh! Ay, son tan lindos. Okey. El juego de póquer comenzará en la sección de Historia Mundial. Los besos, atrás de los libros raros. Amo el caos organizado. ¡Ya!

Rodee los ojos ante todo lo dicho por Madison y solo volví a recostarme en la mesa.

—Iré a buscar algún libro divertido.-dije levantando mi cabeza.-Tal vez tengan "los siete maridos de Evelyn Hugo."

Me pare rápidamente de mi asiento y fui a buscar algún libro. Escuche algunas voces y me coloque a lado de un estante para escuchar. Sin embargo me di cuenta que no eran voces, si no besos.

La curiosidad mató al gato, dicen. Asomé mi cabeza y encontré a Madison y Minho besándose, no, comiéndose. No pude evitar soltar un jadeo de sorpresa a lo que ambos voltearon.

—Lo siento, no quería interrumpir, ya me voy.-trate de escapar de ahí lo más rápido posible pero logre escuchar la voz de Minho llamándome. Aún así seguí con mi camino.

—Hora de comer. Anoten su pedido.-nos aviso el Señor Lee.- Dénmelo lo antes posible. Siéntanse libres de estirar las piernas, los brazos, lo que necesiten estirar. Tenemos una hora. Solamente una hora.

Jiwoo y Eunice se pararon y fueron a no se donde pero unos segundos después Minho se había sentando a mi lado.

—No respondiste mis mensajes.-me dijo extrañado.

—No los vi.

—Bueno, pero me estás ignorando.

—Claro que no.

—Minnie, ni siquiera me volteas a ver a la cara. Mira, si es por lo de la biblioteca...

—Toma, ordena que quieres de comer.-apareció Jiwoo y me estiro el papel.- ¿Puedes irte, Minho? Queremos sentarnos.

Minho entrecerró los ojos hacia Jiwoo y se paró de la silla.

—Hablemos luego ¿si? -me dio una sonrisa de boca cerrada y se retiró.

—Estudiantes, pasaré lista antes de comer.

Después del pase de lista y que Yuri y Kitty pudieran entrar nuevamente a la biblioteca.

Finalmente la detención había terminado, el profesor Lee nos devolvió nuestros celulares y pudimos regresar a nuestros dormitorios. Eunice y Jiwoo, especialmente Jiwoo, no dejaron que Minho se me acercara.

Como sea, no quería hablar con el.