ascenso Imperial libro 2: la gran cruzada

ARCO 2 : Sobre alas plateadas (Cap. 24)

Aclaración : disculpen la tardanza que la uni me quita casi todo el tiempo de escribir ni editar los caps pero aca les dejo el creo que cap más largo de toda la serie sin más que decir disfruten y nos vemos en otros 4 meses :D

Resumen:
El IX Primarca, Dante Uriael lidera su legión contra una misteriosa amenaza en el norte galáctico.

Capítulo Veinticuatro: Sobre Alas Plateadas

Ubicación: Los aposentos del Primarca, Palacio Imperial.
Fecha: 792.M30

La memoria es una cosa curiosa. Es increíblemente impreciso y fácil de manipular. Sin embargo, esculpe la vida sensible más que cualquier otra fuerza. Conjurar el recuerdo correcto en el momento correcto puede salvar o condenar a alguien. Los fantasmas mentales de la agonía pueden paralizar más fácilmente que cualquier espada o bomba. De manera similar, el recuerdo de lecciones y conexiones puede empujar a los seres más allá de todos los límites imaginables. Para aquellos cargados con un poder y una responsabilidad más allá de la comprensión, la memoria se convierte en una señal. Los momentos filtrados a través del recuerdo ayudan a guiar a aquellos que cargan con deberes monumentales y los mantienen fieles a lo que desean ser y necesitan ser. Uno de estos recuerdos, perteneciente a un ser muy especial, ayudaría a cambiar el curso de la historia galáctica. Comienza como tantas historias que dan forma a la saga de la vida consciente. Empezó con un niño llorando.

Incluso durante sus primeros años de construcción, el Palacio Imperial de Terra era un coloso laberíntico. Abarcando miles de kilómetros a través del mundo natal y más de doscientos kilómetros desde sus torres más altas hasta las mazmorras más profundas. Cuando se presentaron los primeros diseños, los War-Masons y Architect-Clans quedaron atónitos y confundidos por la estructura. Solo después de una inspección más profunda, el genio y el razonamiento detrás del esqueleto que proporcionó el Emperador se hicieron evidentes. Al comprender finalmente un mínimo de su propósito y su perfección, los War-Masons y más tarde los Primarcas ayudaron a diseñar los detalles de las megaestructuras.

El diseño básico fue escrito por el propio Emperador. Un esquema arquitectónico a completar a lo largo de los siglos. La razón de este curioso estilo fue la intención a largo plazo del Emperador con el palacio. Los humanos, como especie, construyen cosas para necesidades actuales o inmediatamente perceptibles. Con estructuras diseñadas para durar siglos o milenios como máximo. El lugar imperial era todo lo contrario. Fue construido para propósitos aparentes ahora y en miles de años. Diseñado para resistir guerras, desastres y el tiempo mismo durante edades geológicas.

Tal megaestructura está construida para cambiar con los milenios y ser fácilmente actualizada y modificada. Para este propósito, innumerables pasajes, cámaras y rincones salpican el palacio. Sin usar y esperando algún propósito futuro. Escondido en la bóveda gótica de los aposentos de los Primarcas se encontraba uno de esos lugares. Un pequeño balcón que daba acceso a una serie de escotillas de mantenimiento. Su ubicación elevada, escondida entre afloramientos barrocos y una naturaleza escondida, la convertían en un escondite perfecto. Un lugar de soledad y reflexión para el único Primarca que podía acceder fácilmente a él. Dante: El Noveno Primarca y Ángel Imperial.

Con poco más de diez años de edad, el semidiós a menudo escapaba a esta posición. Buscando soledad y paz. Recientemente, Dante se había ido a su gallinero por razones más desagradables. Esconderse por miedo y dolor. Miedo a sus hermanos, a su padre ya sí mismo. Dolor que se origina en su cuerpo y mente. Dante había comenzado a preguntarse por qué es lo que es. Él solo entre el Primarca poseía alas. Mientras que muchos de sus hermanos poseían rasgos más allá incluso de las habilidades humanas más magnificadas. Todos tenían legitimidad en la ley imperial y la historia humana. La inclusión de la genética de las especies terrestres y las adaptaciones ambientales eran comunes y entendidas. Todos menos los abhumanos más extremos y empalmados fueron aceptados en el Imperio.