I. Flechazo

111 11 1
                                    

No recuerdo cuándo me comenzó a gustar Na Jaemin, pero sí recuerdo cuándo comencé a sentir celos del íntimo vínculo que tienen mi hermano y él. Y es que a pesar de que Chenle jamás ha correspondido los sentimientos de Jaemin, sin importar la manera en la que este le declare su amor, igual tienen una conexión tan fuerte que hace de su amistad algo para la eternidad. Era imposible romper lo que tenían.

Me di cuenta el primer día de clases de nuestro último año, cuando el director nos reunió a todos en el auditorio para darnos la misma charla de todos los años. Los tres tomamos asiento en la última fila, Jaemin quedando entre mi hermano y yo.

Los tres pasábamos mucho tiempo juntos, así que ya estaba acostumbrado a que a veces ellos me dejaran un poco de lado. Ellos tenían más cosas en común, tenían los mismos gustos y escuchaban la misma música. Tenían la misma película favorita, habían insistido en la oficina principal hasta que sus horarios de clases fueron casi los mismos. Casi. Porque Chenle tenía todas las clases de Jaemin, menos una. Jaemin tenía deporte a última hora, al igual que yo. Mientras que Chenle tenía arte.

Yo estaba feliz por eso, hasta que la conversación que estaban teniendo los dos chicos junto a mí llamó mi atención.

— ¿Deporte a última hora...? — frunciendo su entrecejo, Chenle revisaba el horario de Jaemin —. No me dijiste que tenías deporte a última hora.

Miré en su dirección. Jaemin lo abrazaba por los hombros, y él descansaba tranquilamente en el brazo de Jaemin. Después del viaje que habían tenido durante el verano, parecían ser más cercanos que nunca. Oh. Ahí todo empezó a tener más sentido; mi corazón latió con tanta fuerza que dolió, algo me oprimía el pecho.

— Es una clase electiva, y ya que tengo deporte dos veces el mismo día, tal vez pueda cambiarla a la clase que tú tienes. Por eso no te dije nada. — le respondió mi crush, despreocupado.

Algo había pasado en ese viaje entre ellos, ¿cierto?

— Tal vez no puedas cambiar esa clase. Reprobaste deporte el año pasado, por eso la tienes este año dos veces. — devolviéndole el horario, Chenle apartó la mano de Jaemin —. Ya no faltes más a deporte si no quieres volver a reprobar, es una clase tan importante como todas las otras. — poniéndose de píe, lo regañó —. Voy por un poco de agua antes de que llegue el director, ya vuelvo.

Y aún si no hubiese pasado nada entre ellos en ese viaje, no tendría importancia. Que me gustase Jaemin tampoco tenía importancia.

Yo nunca le diría lo que sentía, él nunca sentiría lo mismo si lo supiera, y tal vez incluso fingía no saberlo cuando era tan obvio que me gustaba.

Cuando Chenle desapareció entre la gente, Jaemin giró su cabeza hacia mí. Sus ojos encontraron los míos justo cuando yo lo observaba totalmente hipnotizado, y aunque al principio por su rostro cruzó la sorpresa, me sonrió.

Yo asentí en respuesta, desviando nerviosamente la mirada al frente...

Aunque lo que más me quitaba las ganas de verlo a los ojos era imaginar que algo había pasado entre Chenle y él.

Porque era jodidamente incómodo estar enamorado de él, cuando él sólo tenía ojos para mi hermano.

If I was rose || JaemrenWhere stories live. Discover now