Al Infierno, Contigo 🔞 | KTH

Capitulo 1: Kim Taehyung

Trastorno de Identidad Disociativo: Está caracterizado por la presencia de dos o más estados del yo disociados, conocidos como «alters«, que tienen la habilidad de tomar el control ejecutivo con cierto grado de amnesia entre ellos. Pero es mucho más complejo que esto.

En el trastorno de identidad disociativo, antes conocido como trastorno de personalidad múltiple, la persona está bajo el control de dos identidades distintas de forma alternativa. Estas identidades pueden tener patrones de habla, de temperamento y de comportamiento diferentes de los que normalmente se asocian a la persona. Además, la persona no puede recordar información que normalmente recordaba fácilmente, como los acontecimientos cotidianos, información personal importante y/o acontecimientos traumáticos o estresantes.

El TID es causado por trauma infantil crónico, apego desorganizado y también se ha referido como el grado más severo de Trastorno de Estrés Postraumático.

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Narra Amy:

―Aún faltan dos meses para mi cumpleaños, pero no paran de pedirme que encuentre a mi mate.― Mi voz salió como una queja, golpeé mi cabeza con la mesa de mi pupitre debido a la frustración.

Una mano reposó suavemente sobre mi espalda dando toquecitos.

―No te preocupes Amy, aún faltan siete años para que asumas el mando.― La voz melodiosa de Jimin, mi beta, sonaba como una canción de cuna, tranquilizándome.

―Supongo, me pregunto, ¿por qué los ancianos son tan impacientes?― Di un pequeño suspiro y me levanté del pupitre agarrando mis cosas, irritación en mi tono de voz. Caminé hacia la puerta con Jimin siguiéndome.

―Seguro es la edad.― Una sonora carcajada salió de los labios de Jimin. Sacudió la cabeza negando.

―¡Bae! Tenemos un proyecto para la próxima semana, ¿Te parece si lo hacemos en la mansión de la manada?― Mis pasos se detuvieron cuando mi mejor amiga, Ana, vino saltando hacia mí.

―Sí, justo ya íbamos a casa, hacemos el proyecto y luego te acompaño a tu casa.― Me reí por lo bajo, feliz de verla.

―Soy una delta, no necesito protección.― Rodando los ojos responde. Un pequeño puchero posándose en sus labios.

―Eres una chica, no sabemos qué podría suceder.― acaricié su cabeza.

―Alfa, ¡también lo eres! Además, el terreno de la manada es un lugar seguro, no hay nada de lo que debas preocuparte.― se agarró de mi antebrazo y seguimos caminando.

―Supongo que sí.― reí, dándole la razón. ―¿Quieren ir a comer algo primero? Yo invito.― al terminar esa frase, escuché dos enormes jadeos de sorpresa, los miré a ambos alzando una ceja.

―Gracias, ¡gracias alfa! Eres un ángel.― Ana me abrazó con fuerza desde el cuello casi asfixiándome mientras Jimin sollozaba dramáticamente a mi lado.

―Qué dramáticos, ni que fuese la primera vez.― Rodé los ojos. "Uno no puede hacer un gesto bonito porque lo ven como un milagro, qué irónico." Pensé.

Caminamos hasta la estación del metro, que no quedaba realmente muy lejos del colegio y nos bajamos en la estación que daba al centro comercial que se ubica en la región central de la provincia.

Dejé que escogieran lo que quisieran comer.
Mientras Ana hablaba compulsivamente y Jimin hacía chistes de vez en cuando, yo solo los observaba con una sonrisa de adoración.