Selene Williams solo quiere seguir oculta de su padre guardando con recelo a su loba, Luna. Pero todo se complica cuando ella encuentra a su mate, el Alfa más temido.
Jeon JungKook, el príncipe Alfa de Asia, quiere a su mate para no convertirse en u...
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La luz del sol entra por la abertura entre las cortinas, abro los ojos parpadeando con el fin de adaptar la vista y, aún desorientado, observo a la persona que duerme a mi izquierda. Mi brazo está entumecido por haber estado en la misma posición desde que me acosté. Iu duerme plácidamente sobre él con una leve sonrisa en el rostro. Sea lo que sea que esté soñando, parece ser hermoso. Me deslizó suavemente para no despertarla y me levanto de la cama, camino hacía las cortinas y con sutileza las deslizo. Sé que no le molestará debido a que le da la espalda a los rayos del sol que se filtran por la ventana.
Observo la vista que me regala la mañana, el extenso bosque que rodea a la manada, los pájaros anunciando el día con su canto, el chapoteo del río que corre desde los canales adaptados para la agricultura, mi pueblo haciendo comercio que se aprecia a la distancia. Es un día normal.
Un gruñido suave se escucha detrás mío. No necesito mirar atrás para saber que, el sueño de Iu, se convirtió en una pesadilla. Es común en ella.
Regreso a la cama y me inclino para estar a su altura, acaricio su mejilla, y en respuesta, ella parpadea unas cuantas veces antes de enfocarme.
− ¿Me quieres contar? − pregunto.
Ella se acomoda para quedar sentada en la cama mirando un punto invisible al frente. Me acomodo frente a ella, para después sonreír indicando en silencio que no es necesario que me lo diga, pero ella me devuelve una mueca temerosa.
Nuestra relación es única, ser un lobo sin mate, me pone en una batalla constante entre mi parte salvaje y mi parte humana. Iu, mi omega −hago énfasis en "mi" debido a que solo es mía, al menos hasta que encuentre a su mate− está aquí para ayudarme con mis batallas y yo, para calmar sus pesadillas y cuidarla de otros lobos. Claro está que, entre ella y yo, no pasa de compartir la cama, aunque muchos crean que la voy a elegir como mi luna. Además, jamás voy a incumplir la promesa que le hice, la dejaría ir una vez encuentre a su mate, y ella haría exactamente lo mismo conmigo.
− Otra vez soñé con él... − susurra.
Sé de quién habla, su mate. Lo curioso es que solo sueña con él sin detallar sus rasgos o un lugar en específico donde pueda encontrarlo.
«Pero al menos ella sueña con él, pero tú qué ¿eh?»
Kai, mi lobo, siempre se mete entre mis pensamientos y me culpa de no haber encontrado a nuestra mate. La razón es qué no podemos arriesgarnos a salir de Asia. ¿Por qué? La pregunta se responde sola si les cuento mi historia, pero por ahora no. Iu está primero.
Observo el miedo cruzar por su mirada y su rostro se distorsiona en una mueca desagradable a la vista.
− Estaba herido... Estaba muriendo lentamente y yo... yo no podía hacer nada...
− Es solo una pesadilla... − la consuelo poniendo un mechón detrás de su oreja − No necesariamente es una realidad...
