𝘼𝘿𝘿𝙄𝘾𝙏𝙄𝙊𝙉𝙎 | Tom Kaulitz

55

Desperté en lo que parecía el cuarto de Georg, observé a mi alrededor y ví a mi hermano casi dormido en el sofá que estaba frente a la cama.

-¿Qué me pasó?- pregunté acomodándome mejor.

-Te desmayaste- se acercó a mí, su voz denotaba frialdad- Megan, cómo pudiste ser tan cruel con Tom.

-Georg, el me ocultó que Lydia estaba aquí. Me llené de rabia y no me controlé-Me sentía apenada, pero seguía en mi debate interno entre querer perdonarlo y sacarlo de mi vida.

-¿Ibas a mandar tu relación a la mierda solo por eso?- me miraba con decepción- Ya casi eres mayor de edad Megan, actúa como tal.

-Trata de ponerte en mí lugar.

-Tú solo estás llena de odio, tanto así que no te importó decirle a Tom que no querías volver a saber nada de él ¿En serio quieres eso?

-No...- suspiré- Solo estaba siendo impulsiva. Necesito hablar con él.

-Haber cómo lo haces, porque por ahora no quiere ni verte, aunque con lo mucho que te ama no me sorprendería que se tragara su orgullo solo para quedarse a cuidarte- Georg no despegaba su mirada de mí. Quería llorar- Si no fuera porque Bill lo obligó a irse estoy seguro que seguiría aquí.

-Dios... Soy un asco- pasé mis manos por mí cabello- No debí reaccionar así.

-Y prepárate, porque hablé con Lydia y la veremos mañana- se sentó en el borde de la cama.

-¿Qué?- estuve a punto de levantarme de la cama, pero un fuerte dolor de cabeza me lo impidió- Georg, me tienes que estás jodiendo.

-No, ella vendrá mañana y hablaremos- su posición era desafiante- No te estoy diciendo que la perdonaremos y vamos a volver a vivir cómo una familia después de 7 años, pero vamos a permitirle hablar y así mismo ella hará con nosotros. Eso es todo.

-Ya ni siquiera me importa Lydia- me encogí de hombros- Solo quiero ir arriba y hablar con Tom.

-Megan, él no quiere hablar contigo, no después de lo mal que lo trataste cuando solo quería protegerte.

-Quiero disculparme, es imposible que pierda a Tom por esto.

-Le ibas a terminar, carajo se conciente de lo que dices- volvió a mirarme con odio- Debería darte vergüenza ser así.

-¿Georg, Megan ya despertó?- preguntó Tom detrás de la puerta, al no recibir una respuesta inmediata decidió entrar.

-Despertó hace poco- se levantó de la cama- Ya le avise sobre lo de Lydia. Vayan a su cuarto y hablen ustedes dos.

-Ven, te dejaré en el cuarto para que descanses- Tomó mi mano para ayudarme a levantar. Las ganas de llorar se apoderaron de mí cuando noté que el ni siquiera me miraba.

-¿Cómo que me dejaras allí?- comenzamos a caminar hacia la puerta.

-No te voy a molestar más, debes descansar- cerró la puerta detrás de él - Debes pensar las cosas y yo igual.

-Tom, perdóname- a diferencia de él, mi voz sonaba alterada- No debí reaccionar de esa manera, perdón.

-Megan, con un perdón no voy a olvidar el odio con el que me mirabas- bajó su cabeza. Me sentí aún peor.

-Quedate conmigo esta noche- me paré frente a la puerta de nuestro cuarto.

-Megan, no puedo- negó con la cabeza- No es momento para hablar.

-Tom, por favor- tomé sus manos entre las mías- solo quédate conmigo.

Se quedó callado, se veía pensativo- Está bien...- de alguna forma me sentí más tranquila. Me dí la vuelta y abrí la puerta para entrar- ¿Cómo te sientes?

-Me duele la cabeza, pero no importa- me senté sobre la cama.

-Megan, debes aprender a controlar tus emociones- se paró frente a mí, su mirada era fría y sus palabras distantes.

-Lo sé... perdóname- acaricié sus brazos- Me dejé llevar por la rabia. No quiero que tengas una perspectiva errónea de mí.

-Mira, Megan, yo te entiendo- tomó mi rostro entre sus manos- Y por más enojado que esté no puedo simplemente dejarte, pero me duele que me hayas tratado así.

-Perdón- pasé mis manos por mi rostro, la impotencia me estaba consumiendo.

-No me pidas perdón- tomó mis manos- Ni a mí ni a ningún otro hombre, Megan.

-No me llames Megan- las lágrimas se asomaron por mi rostro.

-Ese es tú nombre, tú misma lo dijiste- se encogió de hombros.

-Tom, por dios- me levanté- Yo sé que tengo que madurar en muchos aspectos, pero quiero hacerlo contigo; yo en serio te amo- sentí cómo una lágrima recorrió mi mejilla, él la limpió rápidamente.

-Te dije que te iba a ayudar a sanar y lo voy a cumplir- besó mi frente- Sé que de igual manera yo tengo muchas cosas por mejorar.

-Yo no quiero separarme de ti...

-Yo tampoco, Megan- acarició mi mejilla- Pero necesito asimilar todo y tranquilizarme, mañana temprano vendré por ti para que hablemos.

-No, quédate por favor- supliqué. Me sentía más vulnerable que nunca.

-Tú también tienes mucho que pensar, también necesitas descansar, apenas y puedes moverte- caminó hasta el armario y sacó una de mis pijamas- te ayudaré a cambiarte y después iré a dormir.

No respondí nada, otra vez estaba sintiendo ese horrible nudo en mi garganta.
Dios, por qué tenía que ser tan impulsiva...

Me ayudó a vestirme, su tacto era más delicado que nunca, de vez en cuando pude notar cómo su respiración se volvía pesada, hacia eso cuando evitaba que sus ojos se cristalizaran. Me sentía llena de culpa.

-Intenta descansar- puso un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.

-Tom, quédate por favor- jugué con sus manos cómo si fuera una niña pequeña.

-No puedo, no esta noche- me abrazó- Te amo, pero necesito al menos unas horas para convivir conmigo mismo.

Correspondí a su abrazo, no entendía como podía seguir siendo tan dulce conmigo después de como lo había tratado. Sabía que este no sería el final de nuestra relación, pero él ahora tenía una nueva perspectiva de mí y era evidente que estaba decepcionado.

-Te amo- me aferré a su cuerpo con fuerza, hice lo posible por evitar llorar- Nos vemos mañana, supongo.

-Mañana a primera hora estaré aquí- se separó del abrazo y acarició mi hombro- Buenas noches, Megan- se dió la vuelta salió del cuarto.

Me tiré sobre la cama. Me sentía cómo si fuera una mala persona, y quizás sí lo era, quizás pasé de ser la víctima a ser la victimaria; sin embargo, tenía la esperanza de poder demostrar que podía mejorar aquél horrible defecto y demostrarle no solo a Tom, sino que también a mí misma, que puedo amar a alguien sin lastimar o que me lastimen en el intento.

No sé cuánto tiempo pasé acostada llorando, pero mis ojos comenzaban a pesar y sin darme cuenta me quedé dormida.

.-.-.

Ya me encariñé mucho con Megan :(

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