𝐆𝐎𝐑𝐆𝐄𝐎𝐔𝐒, os pedro pascal

(IV) joel miller

people you know, selena goméz

—¿JOEL? —carolina abrió los ojos tanto que parecía que iban a salir de su ser, no podía creer que lo tenía delante, al mismísimo joel miller

habían sido amigos de la infancia y durante un tiempo hasta pareja hasta que toda la pandemia los separó y carolina no volvió a saber más sobre el que pensó que sería el amor de su vida

—¿carolina? —su reacción no fue la esperada pero algo era algo

ya no era su chica, era "carolina".

—tanto tiempo... —sonrió sin poder evitarlo, y se acercó con intención de abrazarlo pero él estiró su brazo para estrechar manos

carolina lo hizo sin ningún problema, pero sintió una punzada en el corazón. joel y ella hablaron un rato mientras caminaban, mayormente carolina hablaba pero joel mantenía sus ojos en ella

los días pasaban y cada noche joel y carolina se veían, carolina podía sentir como joel la evitaba, como si verla fuera repugnante o no soportara escucharla, cada que quería acercarse él encontraba la manera de cambiar de lugar o conversación

pero aquel día sería diferente, aún era temprano y los ojos verdosos de carolina encontraron a joel en una esquina, hablando con una pequeña castaña y algo pálida, ella se alejó y caminó en su dirección

—ellie, ¿cierto? —le preguntó dulcemente, carolina era tan solo un poco más alta que ella

—sí, ¿y usted es?

—carolina, ehm, era amiga de joel, no hace mucho, pero ¿sabes si me está evitando? —ellie cambió su rostro inmediatamente

—eh, no lo sé, quizás le pueda preguntar... —carolina sonrió, y asintió—, te buscaré en cuanto lo sepa.

y así pasaron las horas, hasta la cena, donde joel se encontraba alejado del montón de gente, carolina se acercó y joel no tenía escapatoria

—buenas noches, señor evitación —dijo carolina con humor, joel le dirigió una corta mirada

—no te estoy evitando... —respondió, como si eso sirviera de explicación, carolina se giró, viéndolo fijamente

—entonces mírame —él se tomó unos segundos para girarse y verla—, dilo de nuevo

—no. te. estoy. evitando.

—mentiroso —apuntó antes de seguir tomando comida

—¿y tú cómo sabes si estoy mintiendo o no?

—¿crees que no te conozco? —la castaña lo desafió con la mirada, él no supo que hacer—, joel, te conozco como la palma de mi mano, sé que no me quieres ver, pero no lo hagas peor mintiéndome

—no te estoy mintiendo —reclamo nuevamente el mayor, carolina sonrió con humor

—está bien —la pequeña se alejó mientras caminaba hacia la pequeña cabaña donde vivía, sentía como joel estaba detrás de ella, pisándole los talones

—carolina —repitió, queriendo llamar su atención—, me escucharás o seguirás fingiendo que no existo?

—oh, ahora yo estoy fingiendo que no existes? vamos joel, soy más joven pero no estúpida, sé que me estás evitando

—no puedo verte sin pensar en el pasado, carolina, no puedo estar cerca de ti y no pensar en lo que fuimos y pudimos ser, en como nos separamos y... como te perdí —los ojos de carolina recorrían la cara de miller sin parar, buscando una emoción pero solo encontraba dolor

carolina salió de si misma, sus acciones eran controladas por alguien más pero su cuerpo saltó a los brazos del hombre que tenía enfrente y sus labios no tardaron en juntarse, la tensión se cortó tal como con un cuchillo.

las manos de joel la tomaron por la cintura, acariciándola, carolina se dejó llevar por el momento y sus manos se juntaron detrás del cuello del mayor, era tanta la diferencia que estaba en la punta de sus pies para alcanzarlo.

cuando por fin se separaron sus ojos conectaron, un par de segundos pasaron y no hubo duda en volver a besarse, porque aunque el tiempo pasara las emociones se quedaban, y ambos sabían que esos adolescentes que tuvieron su momento aún estaban ahí adentro.

antes de poder terminar el beso la puerta se abrió bruscamente haciendo que ambos se separaran.

—oh, oh —ellie estaba sorprendida pero no pasó mucho hasta que empezó a reír—, vine a buscarte porque no encontraba a joel pero ya lo haz encontrado

su risa se hizo tan contagiosa que hasta carolina empezó a reír un poco haciendo sonreír a joel

—vete —dijo joel apuntando la puerta

—hey, hey, no van a hacer nada indebido ¿cierto? —dijo riendo aún

—oh, cállate.