♡Capítulo quince♡

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Clavel rojo: significa aquel corazón que suspira.

...

Meghan

Había conseguido el empleo. Lo había logrado y aun me costaba aceptar que ocuparía ese puesto. Mi pierna no paraba de moverse y mis manos de frotar la sedosa tela de mi pantalón.

En realidad, era una especie de prueba, para demostrarle de lo que era capaz, pero el simple hecho de haberme dado la oportunidad era un sueño cumplido.

—Tienes el empleo —me sonrió Helen al terminar la entrevista.

A decir verdad, creí que estaría más nerviosa, que mis manos temblarian y mi voz se cortaría, pero asombrosamente, la conversación fluía tan natural que me sentí segura.

Admiraba su porte de elegancia, su perfume con esencia a canela que inundaba toda la habitación, la decoración era simple, paredes blancas, algunos cuadros enmarcados con fotografías de su familia, una que otra maceta de plantas manteniendo un ambiente fresco; el consejo de Ava me funcionó, una vez que entré y observé una vela aromática encendida en su escritorio para purificar cualquier energía negativa, supe que mi obsequió le encantaría.

Ella era mi ejemplo a seguir.

—Muchas gracias, prometo que no le voy a defraudar —me apresuré en decir.

—Pero... —me detuvo alzando su mano —miralo como una especie de prueba. Confío en Owen y en su criterio, sin embargo, necesito que me demuestres que puedes hacerlo. Esto es muy importante para mí, nada puede salir mal.

—No se preocupe, está en buenas manos —le aseguré en un tono sereno.

Helen me analizo por encima de sus anteojos con detenimiento, elevando un poco la comisura de su labio.

—Tú me recuerdas a mi de joven.

—¿Enserio? 

—Si. Llena de energía, ambición, serenidad... eres un alma pacífica y eso se nota cuando entras a cualquier habitación —sonrió con dulzura —Nos vemos mañana, Meghan.

Cuando Helen se refirió a mí de esa forma, sentí que todo el trabajo duró que había realizado durante años finalmente obtuvo frutos.

Salí de un ambiente tóxico, de un lugar donde me despreciaban, pisoteaban, me hacían sacar la peor versión de mi. Me mude a esta ciudad con el fin de construir una nueva vida alejada de aquella negatividad que consumía mi paz interna convirtiéndola en un agujero lúgubre.

Luché con mis sombra por años, para transformarme en esta nueva versión, llena de vida, llena de amor.

Y parecía que no importaba cuánto lo intentará, ya que volvía a caer en el mismo agujero.

Porque estaba impaciente, observando el teléfono sobre la mesa, esperando el mensaje de mi padre.

Quería compartir esta emoción que invadía mi cuerpo, la felicidad que sentía al lograr alcanzar ese sueño que estuve persiguiendo desde que era una niña. Sabía que Enora estaba ocupada, por lo tanto acudí a mi padre, esperando que esta noticia de verdad le hiciera sentir orgulloso de mi.

Intentaba levantarme del mueble para hacer otra cosa, lo que sea, siempre y cuando me mantuviera distraída, no obstante, me mantuve ahí.

Una vez que mi teléfono sonó, lo tomé entre mis manos abriendo el chat de inmediato.

En cambio, al leer su respuesta, esa sonrisa que se había dibujado en mis labios, desapareció.

Buen trabajo, Meghan. Procura no decepcionarme esta vez.

Las ventajas de un corazón rotoWhere stories live. Discover now