Cap 22 - ¿Me ayudas?

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Como puedo ser tan idiota de decir mi apellido ¡Y dos veces! ¿SOY TONTA?

SI.

—Eh...

—¡Oh! ¡Eres millonaria!

—¡Cayate! No lo soy.

—¡Ja! De eso me sonaba tu apellido pero no caía.

—¿Desde cuando sabes mi apellido?

—Que mas da, si ahora fue que caí. Joderrrr en trillonaria villonaria wooooo

—Te dije que no.

—¿Ah no? ¿Y por qué nunca me dejas ir a tu... "humilde casa"?

—Porque me da vergüenza que la veas.

—¡Mentira!

—Bueno vale, soy millonaria.

—Que no lo niegues ma—se corta a si misma —Espera ¿Lo has admitido? Ohhh por fin —me abraza —la verdad es que era raro que no me dejaras ir nunca a tu casa y tuvieses una moto tan cara.

—Espera... ¿Como sabes de mi moto?

—Emmmm...

—¡¿Me seguiste?!

—Quería ser tu amiga... y quería ver que te gustaba, para entrarte por ahí. Alguien que le gustan los deportes extremos... se nota que no le tienes miedo a la muerte.

—Ni tú, que estás cometiendo un suicidio a largo plazo.

—¡Hay! —chilla —yo lo tengo controlado.

—¿Si? ¿Controlado? —acieste muy segura —¿Entonces sabías que estabas sufriendo una combulcion?

—No comprendo eso... si no me estaba drogado.

—Cosas de la adolescencia, cuando aún te estás desarrollando y consumes esas sustancias... te pueden pasar esas cosas. Sobretodo si es en gran cantidad y a tan corta edad de ¡16! Es muy normal que pasen esas cosas.

—Los cumplí hace un mes.

—¡¿Hace un mes?! ¡Estás loca! —le doy una bofetada.

—¡Ehhh!

—¡NO! No hables CAYATE. Por primera vez voy a ser de tu mamá. Ahora la que no te va a dejar sola soy yo a tí.

—¿Que?

—Ven —la jalo del brazo —no voy a permitir que lo hagas.

—¿Que cosa?

—Arruinar lo que te queda de vida —la jalo hasta una puerta dentro de su habitación, que supongo que será el baño ¿no?

—¿Que hago..?

—Ducharte —respondo rodando los ojos —que tienes tremendo olor a bomito —se huele y hace mueca de asco.

—¡Acgh! Que asco... ya voy —entra y cierra con llave.

Entonces siento a alguien tocando la puerta, suavemente y me hacerco a ella —¿Quien es?

—Rocky —responde —¿Puedes abrir?

Abro, este chico me agrada es bastante educado y se ve tierno jajajaja —Entra —lo dejo pasar—¿Que pasa?

—Solo quiero ver como esta... —me asomo por la puerta y veo hacia afuera. No hay nadie, sierro la puerta a sus espaldas con seguro otra vez —¿Que pasa?

—¿Tú quieres a Laila?

—¿Eh...? No... comprendo...

¿Se puso nervioso ante esa pregunta?

Conciensia porfavor deja de ser cotilla. La ve como hermana.

—O sea ¿te agrada, te simpatisa, la consideras?

—Ah, si claro.

—¿Tú siempre pasas tiempo con ella verdad?

—Se puede decir que la mayor parte del tiempo si estoy con ella...

—Ayúdame ¿Si? —escucho música desde el baño. Que bueno que se ducha con música, más fácil hablar de lo que me hace falta.

—¿Con que?

—No la dejes sola...

—¿Pero por que?

—Prometes no decirle a nadie aunque te amarres por los huesos en la punta de la Torre Eiffel.

—A ese punto de tortura no creo que lleguen, pero esta bien.

—Ayúdame a sacar a Laila de las drogas.

—¡¿Drogas?! —le tapo la boca.

—Shhhh —y acieste.

—Perdón... esque me exalté de pronto. Se droga...

—Pues sí... hace unos meces comenzó con las Marías pero ahora comenzó ha imnalar. Y hace un rato en la sala... no fue un ataque de pánico. Fue casi una combulcion.

—¡¿Que?!

—Ella es muy pequeña aún para eso.

—Maldita sea Lin, voy a hablar con Noah —se lebanta.

—¡NO! —le jalo por el brazo —no deberías ni saberlo tú. Pero necesito que me ayudes... porque yo todo el tiempo no puedo andar con ella. Pero tu vives con ella, y la consideras como tu hermana ¿No?

—Eh... Claro.

—Vez, pero su hermano dijo que la mandaría con su mamá.

—El no lo haría...

—Fue alcohólica y el hermano le dijo que si recaía la mandaría para hayá.

—Lo se... pero no pudiera le dolería demasiado. Aunque el no le importa lo que siente cuando se trata de proteger a quien quiere... no estoy seguro si lo haría.

—¿Eres su mejor amigo? Como sabes tanto de él...

—Pues sí, lo conosco desde el jardín de niños.

—Amistad larga... que lindo —sonrío al unísono con el.

—La amistad... porque hemos pasado por cosas no tan lindas.

—Y no preguntaré porque supongo que no me dirás.

—Pues estás en lo correcto.

—Y volviendo a lo importante... ¿Me ayudas?

Suspira —Está bien... considero mucho a Laila, no quiero que la manden con esa mujer, sufriría mucho. Y además la internaría en un sentro de rehabilitación y la deja ahí eternamente, sin darle apoyo emocional... nada.

—Y es capas que se suicide... —mi mirada se vuelve a perder en el tiempo, viéndome hace un año, en aquel internado —Los deseos suicidas salen con el tiempo... cuando te vez encerrada en un sitio, sin conocer a nadie que te tratan como una presa. Intentará luchar por escapar... pero al no conseguirlo, se desesperará, sentirás dolor, soledad... ahí llega la depresión. Y ganas de morir claramente. Aunque seas la persona más amantes a la vida, si estás solo completamente, y no sabes lidiar con la soledad. Simplemente, no quieres vivir más.

—Lo dijiste con demasiado sentimiento ¿Experiencia? —le sonrío.

—Tal vez...

Lo Que Todos OcultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora