9. La fiesta de Halloween.

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Los días fueron pasando y la estancia en Hogwarts cada vez se hacía más dura para Adhara. Lo que hacía que la chica añorase, cada vez más, a sus padres, a pesar de mantenerse en contacto mediante el correo con ellos.

Harry y Ron también se habían distanciado poco a poco de la Hufflepuff, ya que pasaban gran parte del día con Hermione, que seguía sin hablarle y la evitaba.

Esto hizo que el habitual grupo de seis amigos, que se formó el año anterior, se dividirá en dos grupos de tres.

Por un lado estaban Harry, Ron y Hermione que debido a todo el tiempo que pasaban juntos, empezaron a ser llamados "trió de oro".

Y por otra parte, estaban Adhara, Hannah y Neville, que comenzaron a ser conocidos como "trío de plata".

En cuanto a Draco Malfoy, nuestra Hufflepuff, dejó de hablarle el mismo día en que el rubio insultó a Hermione, llamandola sangre sucia frente a todos los jugadores de quidditch de Slytherin y Gryffindor.

El Slytherin la buscaba con la mirada en muchas ocasiones y más de una vez intento acercarse a Adhara para conseguir que le volviese a hablar pero no le sirvió de nada.

Por suerte, a pesar de tener tantos problemas en mente, Adhara había mejorado en Transformaciones, aunque seguía siendo un desastre en la elaboración de pociones, como de costumbre.

A mediados de octubre, un frío húmedo se extendió por los campos y penetró en el castillo y gotas de lluvia del tamaño de balas chocaban contra las ventanas del castillo durante días y días. Esto provocó que el nivel del lago subiese y que los arriates de flores se transformasen en arroyos de agua sucia. Por otra parte, las calabazas que Hagrid tenía sembradas junto a su cabaña, adquirieron un gran tamaño.

Llego el último día del mes y esa noche en Hogwarts se celebraba la fecha con un gran banquete, como cada año.

El año anterior, un troll entró en el castillo, por lo que, por seguridad, la celebración fué cancelada.

Por ese motivo, Adhara estaba muy ilusionada, pues sería como sí fuese su primer banquete de Halloween en Hogwarts.

La Hufflepuff llegó al Gran Comedor acompañada por su inseparable amiga Hannah.

Al igual que el año anterior, el Gran Comedor había sido decorado con murciélagos vivos que aleteaban a sus anchas, las velas que habitualmente flotaban a varios metros de altura sobre las mesas, habían sido decoradas con calabazas con caras terroríficas talladas y del techo colgaban finas telas de arañas.

Después de un breve discurso por parte del director Dumbledore, el festín apareció en los platos dorados, como de costumbre. Pero, debido a la celebración, también aparecieron sobre las mesas, las grandes calabazas de Hagrid, que estaban huecas y repletas de caramelos, deliciosos dulces, tarteletas y panqueques.

Desde su mesa, Adhara buscó con la mirada al trió de oro, pero no los encontró. Por algún motivo, no habían acudido al banquete de Halloween.

Todos los profesores y alumnos, allí presentes, disfrutaron del delicioso festín mientras veían al grupo de esqueletos bailarines que Albus Dumbledore había contratado para el espectáculo.

Al día siguiente, Adhara se dirigió a la biblioteca después de desayunar, ya que era sábado y tenía la mañana libre de clases.

Tal y como se imaginaba, allí estaba Hermione, sumergida en la lectura de un libro, aislada en una mesa al fondo.

-Hola... -Susurro Adhara algo insegura, cuando llegó hasta donde estaba la Gryffindor.

Hermione levantó la cara, la miró seriamente y continuó con su lectura.

-Se que no te gusta que te molesten cuando estas leyendo... Pero quiero hablar contigo. -Comentó la Hufflepuff en voz baja.

Hermione paso la página del libro y siguió leyendo, como si nada.

-Perdoname, por favor... Te echo mucho de menos. Te añoro a tí y al grupo de seis amigos inseparables que éramos antes. -Continuó la Hufflepuff.

Pero Hermione seguía mirando fijamente su libro.

-Quizás no me creas, pero yo te quiero mucho y en ningún momento pretendí que te sintieras mal por mi culpa... Se que Malfoy es un estúpido. No debí defenderle. Perdoname anda... -Susurro Adhara algo desesperada.

De pronto, la Gryffindor cerró el libro tan fuertemente que Adhara se asustó y dió un pequeño brinco.

-Doy por hecho, que ignoras lo que sucedió anoche, cuando terminó el gran banquete de Hallowen. -Indicó Hermione muy seria.

-¿Qué? Yo... No se que sucedió. ¿De qué hablas? -Preguntó Adhara bastante confundida, pues se esperaba cualquier otra contestación por parte de Hermione.

-Pues verás. Harry, Ron y yo, no fuimos al banquete de Halloween porque fuimos a la fiesta de cumpleaños de muerte de Nick Casi Decapitado... -Aclaró Hermione.

-¡Ah, si! Me di cuenta que no... -Intento hablar la Hufflepuff.

-Déjame terminar. Al regresar de la fiesta de Nick, nos encontramos con una desagradable inscripción en uno de los muros del castillo. Decía: «¡Temed, enemigos del heredero! ¡Los próximos seréis los sangre sucia!» -Dijo la Gryffindor bastante seria.

-¿¡Qué!? -Preguntó Adhara, que mostraba en su rostro una mezcla de miedo y desasosiego.

-Eso no es todo. La gata del señor Filch estaba allí. Había sido petrificada. Y luego llegaron algunos alumnos. Entre ellos, Malfoy, que pareció alegrarse bastante de la situación. -Continuó Hermione muy sería.

-¿Petrificada? -Preguntó Adhara con preocupación.

-Se ha convertido en estatua. Se trata de una magia negra bastante avanzada. Pero no está muerta. Según Dumbledore, puede curarse con una poción a base de mandrágoras. Así que cuando los plantones de la profesora Sprout hayan crecido, el profesor Snape se encargará de realizar la poción para que la señora Pomfrey se la administre a la gata. -Aclaró Hermione.

-Pobre Señora Norris... -Se lamentó Adhara pensando en la gata.

En realidad, Adhara no podía creerlo. Pensaba que Hogwarts era un lugar seguro. ¿Cómo era posible?

En cuanto a Draco. Cuando la Hufflepuff pensaba que no podía llegar a decepcionarla aún más, la sorprendió por completo y para mal.

-No pongo en duda lo que me cuentas. Pero... ¿Qué te hizo pensar que Draco se alegró de lo sucedido? -Preguntó Adhara preocupada.

-Adhara, cuando Malfoy llegó, leyo en voz alta la frase y se rió... Se que quieres ser su amiga, pero créeme que él no te conviene. -Expresó Hermione con voz suave.

Adhara se quedó callada durante un par de minutos, intentando entender como había sucedido todo aquello.

-Bueno... Hermione. ¿Me perdonas? -Preguntó de nuevo la Hufflepuff, rompiendo el silencio.

-Te perdono. -Respondió la Gryffindor con una leve sonrisa en los labios.

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Mi dulce Hufflepuff.♡ [Draco Malfoy.] 2°Parte.Where stories live. Discover now