Bloody Naked (Jennie y tú) (G!P)

36. Jack + T/N + yo = Casita feliz

Jennie

Estaba entre nerviosa y ansiosa. Es excitante la manera en que mi esposa llevó la situación. No debería alegrarme tanto estar en esta posición, pues sé que no estamos esperando a Jack para charlar pacíficamente. 

T/N quiere algo más violento y de cierta manera estoy de acuerdo. 

Digo, el debe pagar por confundir mis sentimientos hacia el amor de mi vida, me sedujo de la peor manera, no puede seguir como si nada.

T/N tiene razón sobre la situación.

—¿Qué sucede, Jen? ¿Estás bien? ¿Qué está pasando? —Es lo primero que dice Jack cuando al llegar a la cabaña. Se ve tan preocupado que me da incluso de pena ajena, no es como si fuera el caballero con armadura dorada rescatándome.  —¿Qué pasa? 

—Jack... debes sentarte. 

—¿Por qué? Debes decirme qué sucede. 

—Yo no te debo absolutamente nada.  —Mi tono no fue calmado y el lo notó, pues su reacción lo dice todo, se acerca a mí con la intención de tomar mis manos, pero me alejó rápidamente, T/N nos está observando y no quiere que malinterprete las cosas. —Aléjate de mí. 

—Jen, bebé... ¿Qué sucede? 

—Te traeré un poco de agua, deberías calmarte primero. —Me alejo de él con ansiedad, encontrándome con T/N en medio de la cocina. —Ya está. 

—Pásale este vaso. —Me entrega un vaso negro sin mirarme a los ojos, asiento volviendo nuevamente donde él se encuentra, pongo el vaso frente suyo intentando parecer lo menos nerviosa posible. 

—Toma. 

—¿Qué es? 

—No es importante.

—Pensé que desde acá íbamos a ser trasparentes. —Su tono molesto me irrita de sobremanera, no es como si me estuviera en posición de ordenar algo, maldito sea el día en que lo dejé entrar a mi vida. Cada día que pasa me doy cuenta lo irritable que es. —Joder, Jen. ¿Por qué no puedes ser directa sobre la mierda qué es todo esto. Tu me invitaste a tu casa, maldita sea. 

—Pasa que no eres bienvenido. —Dice una voz detrás de mí, la voz de mi esposa. 

—Otra vez tú. —Suspira tomando un poco del vaso que le pasé. —¿Qué mierdas quieres ahora? 

—Estoy en mi casa, muchacho. —T/N se acerca lentamente donde se encuentra Jack, pone su mano en su hombro, Jack se tensa inmediatamente. 

—¡Quítame tus sucias manos de encima! 

—Joder. —T/N se ríe a carcajadas después del arrebato de Jack, es tanto que hasta yo suelto una mini risita. —¿Lo escuchaste, mi vida? Este muerto se cree más que la suelta de mis zapatos. 

—Es gracioso, sí.

—Mira Jack, pensé que la culpa la tenía mi esposa, después de todo ella fue la que te dejó de cierta manera creer cosas distintas a la realidad. —Dejo mi buen humor de lado de inmediato, es su manera de seguir recriminándome, aún cuando pensé que habíamos llegado a un acuerdo. —Pero fuiste tú quien se confundió de más, claramente. 

—¡Claro que no! ¡Esa perra misma siempre me ha dado luz verde para todo!

—Insolente. —T/N rápidamente le da una cachetada a Jack, resuena en toda la habitación, pensé que Jack se levantaría y también la golpearía pero cuando lo intenta se cae inmediatamente al suelo, simplemente la observa con impotencia. Mi esposa ríe otra vez, más fuerte. —Vaya, no creí que fueras tan estúpido.