Tesoro [NaruSasu/Oc×Sasuke]

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Sasuke observaba la reacción de la Mizukage con detenimiento. Estaban en la oficina del Hokage; Ran, Tsukasa, Naruto, Kakashi y Mei se habían reunido dos días después de lo ocurrido con Ramura. El Uchiha tenía una leve sospecha de que Jun estaba escondido en la sombra de Ranmaru como la vez anterior, escuchando todo a escondidas.

Ran le había explicado todo a Sasuke después de que despertó, le habló sobre lo que había hablado con su padre y de como su cabeza viviente estaba encerrada en una bóveda.

— Planeo hablar con la Mizukage sobre esto, — le dijo Ran. —He actuado antes de discutir con ella como lidiaríamos con él, pero tengo algo para proponerle.

— ¿Qué cosa?

Ran sonrió de lado. — Tendrás que esperar a que nos reunamos con ella.

Ahora, que la reunión se había llevado a cabo, Ranmaru estaba hablando con tranquilidad y sin omitir ningún detalle importante, aunque la situación de su hijo y de su propia historia familiar permanecía privada.

Sasuke miraba de vez en cuando a Naruto, quien escuchaba atentamente, y cuando Ran habló sobre la herida mortal de Sasuke, el rubio se sobresaltó. Lo había mirando con horror al principio, después escuchó cuando Tsukasa lo había salvado y que Ramura estaba "muerto", fue solo ahí cuando se tranquilizó un poco.

El hecho de que Tsukasa también estaba allí, le daba cierta curiosidad. Creyó que se iría a la minima señal de que todo estaba bien. Entonces, recordó lo que Ran había dicho sobre su hijo, de que existía la posibilidad de que Tsukasa sea capaz de dar a luz como lo era su abuelo. Tal vez se quedaría para hacer esas pruebas y estar seguro de ello. Ahora, el hijo del actual líder Ryuga estaba en su pose usual, apoyado contra una pared con los brazos cruzados y observando todo minuciosamente.

— No está completamente muerto, — dijo Ran al terminar de hablar. — Me gustaría que se quede en este estado por unos años más, sufriendo, pagando por sus pecados. Y después de eso, cuando usted crea que tuvo suficiente, la invitaré a mi territorio para que termine con su vida.

Mei había estado callada todo este tiempo, todos lo habian estado, pero el silencio de parte de la Mizukage era sepulcral y condenatorio. Cuando escuchó todo lo que Ranmaru tenía para decir, cerró los ojos con suavidad y se quedó unos segundos pensando, hablando con sus propios pensamientos.

Después de eso dijo: — Entiendo el por qué reaccionaste como lo hiciste. Ramura casi mata a un ser querido para tí, solo porque sí. Otra vez, — y eso último lo dijo con pesar, porque ella recordaba vívidamente lo que Ramura le había hecho a su hijo, jamás olvidaría ese espantoso relato. — Y también puedo notar que, de alguna forma, te contuviste a tí mismo.

Ran pareció confundido. — ¿A qué se refiere?

— Si yo hubiese estado en tu lugar, lo habría matado sin pensarlo. Pero tú… tú pensaste en mi, de alguna forma. Recuerdo que me dijiste qué pensarías sobre si revelar el como asesinar a un Ryuga y que me darías tu respuesta, creo que te proponias esperar a eso antes de actuar.

Sasuke pudo ver de reojo como Kakashi asentía, y Tsukasa cerraba los ojos frunciendo el ceño.

— Por eso no lo hiciste, — dijo. — Por eso no lo mataste.

Ranmaru se volvió a su hijo. — Al parecer fue parte de la razón, si.

Tsukasa suspiró.

— Hay algo más sobre mi que no les he dicho. — Dijo Ran.

— ¿A qué te refieres? — Dijo Naruto.

— Desde que nací, he padecido algo que llamamos "síndrome de la hoja en blanco", — dijo el pelilargo. — Consiste básicamente en que, a cierta edad, adquiriré una orden ajena como una ley de vida.