───❛❛Estamos hechos de la misma materia que los sueños.❜❜
[...]
Tal y como lo musitó Muzan Kibutsuji;
"-La audacia de la princesa la llevó a su propia ruina. Aún dormida el tiempo correrá para ella, cuando todas sus hebras doradas, iguales a los ray...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Narrador Omnisciente.
Al igual que una nube en el día, recostada en medio de la nada, brillando por la blancura de su cabello, imaginando que se encontraba sola.
-Te estas muriendo de soledad, Asa. -Murmuró para si misma, sin dolor ni frustración, sino en pura tranquilidad.- ¿Por qué siento que olvido a alguien?
Y al igual que una nube blanca olvida la compañía del cielo azul en un largo día, ella olvidó quién era su cielo, cielo que nunca cambia, y que siempre la amaría.
-¡¿Y por qué duele tanto?! -gritó, dejando que saladas gotas cayeran de sus brillantes ojos.
Y al igual que un día gris, sin el cielo azul ni un rayo de sol, empezó a llover, en su interior, y en su exterior.
No era más que una nube gris, ahogándose en recuerdos bañados de agua.
No sabía a quién extrañaba ni mucho menos a quien necesitaba.
-¿Asa?
Miro con sus nublados ojos a aquel joven, pero no sintió más que dolor al notar que esos ojos, eran tan grises como la luna, y no azules como el cielo. El dolor no seso, y lo sintió más fuerte cuando notó que él tenía una Katana incrustada en ella.
-Te he extrañado tanto mi Sol.
Entonces la tormenta empezó.
●●●
-¿Sabes de que están echos los sueños? -pregunto la azabache tomando asiento junto a su amigo.
Tomioka dio un suspiro de susto ante la repentina pregunta. Negando con la cabeza mientras la miraba.
-¿De qué? -pregunto ignorando la oscura mirada de la chica.
-No lo sé, -respondió mirando con tranquilidad el profundo cielo- una vez alguien me dijo; "Estamos echos de la misma materia que los sueños".
-¿No te lo dijo? -él le pregunto a Yoru, curioso por la respuesta.
-Esa persona me abandonó antes de decírmelo... -soltó con neutralidad, para así mirar al rubio que se acercaba sonriente hacia ellos-. Creo que ahora se la respuesta, pero si la necesitas saber, debes darle tiempo. -dijo poniéndose de pie y dando dos cortos pasos.
-¿Qué?
-Al igual que luego de un día nublado y una larga tormenta, el sol sale, el cielo brilla, y las nubes vuelven a ser puras... solo debes darle tiempo.