───❛❛Estamos hechos de la misma materia que los sueños.❜❜
[...]
Tal y como lo musitó Muzan Kibutsuji;
"-La audacia de la princesa la llevó a su propia ruina. Aún dormida el tiempo correrá para ella, cuando todas sus hebras doradas, iguales a los ray...
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Narrador Omnisciente.
—Oye, despierta, ¡Levántate, bastardo!
Su cuerpo dolía, estaba cansado, pero el ruido a su alrededor lo obligaba a despertar.
—Se está despertando... —murmuraron— ¡¿Por cuánto tiempo vas a dormir?! ¡Levántate ya!
Un grito que hizo que sus ojos se abrirán y su cuerpo reaccionara.
—¡Los pilares están presentes ya!
Sus ojos observaron a un grupo de personas, todos con la mirada puesta en él. Con millones de preguntas en su cabeza, ¿Quiénes eran? ¿Qué eran los pilares? ¿En dónde estaba? Había tantas preguntas pero ninguna salía por su boca.
—Tanjirou Kamado... —tomo la palabra la misma joven a la que había visto la noche anterior— este es el cuartel general de los cazadores de demonios, tu ahora estás en juicio. —solto de manera clara.
—¡No hay necesidad de un juicio aquí! —hablo esta vez un muchacho rubio— El proteger demonios es claramente una violación a la conducta. ¡Podemos lidiar con esto nosotros mismo! Decapitaremos a-...
—¡Rengoku Kyoujurou! —interrumpio esta vez una joven de cabellos y ojos azabache— Oh... —suspiro cuando obtuvo la atención de los demás, manteniendo su fría y firme viste en el chico, ignorando toda mirada que le dirigían a ella.
—Entonces déjame cortar su cabeza de forma extravagante, —dijo ahora un joven con apariencia extraña, y joyas por todo el cuerpo— les mostraré que puedo esparcir la sangre de manera más extravagante que cualquiera... ¡Será una extravagancia extravagante!
—Pfff, —volvio a interrumpir la joven de mirada carbón— Nadie matará a nadie —murmuro de forma baja, ganándose la profunda mirada del rubio situado a su lado derecho.
Y del lado izquierdo una joven de cabellos rosados, asentía con velocidad, mientras cubría sus labios con sus manos. Dándole la razon a la azabache, pues su corazón dolía con el echo de pensar en matar a un joven tan lindo.
—Oh, que pequeños más tristes, es una pena que la niña haya nacido en este mundo —hablo esta vez un muchacho con las manos en posición, y lágrimas cayendo por sus ojos.
A su lado, un joven de cabellos negros y mirada turquesa miraba con atención el cielo, ignorando por completo la escena a su alrededor.
—Matemosla... —sentencio Himejima.
—¡Extravagantemente! —secundo Uzui.
—Yep... —Finalmente apoyo Rengoku, ignorando la mirada feroz de la chica a su lado.
Y ante tales palabras, Tanjiro no hizo más que mirar en todas direcciones, buscando a su hermana o sus amigos, buscando alguna manera de escapar de la catástrofe que se avecinaba.
