Puppy Guchi

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Para Tadashi, las nubes grises significan dos cosas:

1. Lluvia (Ew, truenos, frío).
2. Tsukki, su amo, llega dos horas antes del trabajo.

Menos horas de trabajo = más Tsukki para él

¡Oh, está tan emocionado que su colita no deja de menearse de un lado al otro!

Lo ha estado esperando desde que salió a las siete y media, y según el reloj rojo que cuelga en una de las paredes de la sala, solo faltan ocho minutos para las ocho. O sea que Tsukki llegará a casa en cualquie...

Oye la puerta principal abrirse junto al habitual: «estoy en casa »,de Tsukki. Salta del sillón y corre hacia la entrada al encuentro con su amo. Dios, tiene que hacer un esfuerzo enorme para no abalanzarse sobre él, porque Tsukki le ha enseñado que debe respetar su burbuja personal. Sea lo que signifique «burbuja personal», Tadashi no tiene permitido abalanzarse sobre nadie en busca de mimos. Lo cual es un poco injusto porque él siempre quiere mimos.

La vida es malvada para los buenos chicos.

Quizás deba buscar la definición de «burbuja personal» en el diccionario de Tsukki, piensa.

—Bienvenido a casa, Tsukki. ¿Cómo estuvo tu día...?

Tadashi se para en seco y olfatea el aire.

Eyuck.

Grrr.

Sus orejitas se ponen en modo alerta. ¿¡Huelen eso!? ¡Alguien ha traspasado la burbuja personal de Tsukki, alguien que no es él!

—¿Por qué me gruñes así?

—Tú... hueles horrible.

—Oye, ya sé que huelo a sudor, por si no sabías, la práctica duró tres horas, por supuesto que voy a oler mal...

—¡No, hueles... hueles a otro!

Ay, decirlo en voz alta duele aún más.

—Ah, creo que es porque...

¡Lalalalala! ¡Él no quiere escucharlo!

—No me importa, solo ve a ducharte.

—Joder, ¿cuándo te volviste tan mandón?

—No voy a hablar contigo hasta que vayas al baño.

—Ya, ya voy.




—¿Ya no vas a morderme?

—Acércate —Tadashi lo olfatea, y cuando lo único que detecta es el champú de coco y jabón, sonríe—. Ahora solo hueles como tú, así que no.

—Vaya, nunca había estado tan alegre de oler como yo —dice, con un falso tono alegre—. Voy a hacer la cena ahora. ¿Te importaría cortar las verduras?

—¿Pero por qué tengo que cortar las verduras?

—¿Quieres encargarte del arroz y la carne?

—¿Dónde está la tabla de picar?







Tadashi observa el plato de arroz con carne salteada, su estómago gruñe y ya está babeando, pero decide esperar a que Tsukki se siente junto a él en el sillón para dar el primer bocado. Es delicioso, como todo lo que cocina su Amo.

—¿Y qué hiciste en todo el día?

—Ehm, después de que te fuiste, me volví a dormir, luego hice unos deberes y luego vi la tele.Y... espere hasta que llegaste —responde, muy concentrado en meterse otra cucharada de arroz y carne en partes iguales a la boca.

moonlight | tsukkiyamaWhere stories live. Discover now