tres

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— Pero bueno, así que tengo siguiéndome la pista a Iván Buhajeruk, el mejor policía y detective de toda Argentina, esto se pone interesante -Se dijo Rodrigo para si mismo mientras iba leyendo la información sobre aquel muchacho pelinegro que le estaba investigando-

Por lo que había podido encontrar, Carrera se dio cuenta de que Iván tenía veintidós años al igual que el, cosa que lo sorprendió gratamente, no era común que alguien consiguiera posicionarse como mejor policía y detective a tan corta edad. Ese dato no hizo más que aumentar las expectativas que tenía en aquel joven.

Como había supuesto, no le resulto de gran esfuerzo encontrar toda la información sobre la vida de Buhajeruk. Ahora sabía que el chico vivía solo, a excepción de su gato, y que se había independizado nada más cumplir la mayoría de edad, por supuesto, también había conseguido su dirección exacta. Vivía en una casa, lo que hacía mas fácil el acceso a esta que si viviera en un edificio, ya que los vecinos podrían llegar a ser una molestia. También sabía que estaba lejos de su familia, pues estos vivían en Santa Fe, y Buhajeruk se mudó a Buenos Aires por cuestiones de trabajo.

Revisó de igual manera todo su historial como policía, comprobando que efectivamente, era muy bueno en su trabajo, no se había dejado ningún caso sin resolver, lo que lo ponía más eufórico. Rodrigo quería ver de primera mano como iba a llevar a aquel lindo policía a la desesperación pura.

Las ganas de acercarse a aquel chico cada vez eran mayores, no podía esperar a que este diera con el, nunca antes había sentido tal adrenalina en el cuerpo. Tantas eran sus ganas que se le ocurrió hacer una locura, bueno, no era algo tan loco si lo ejecutaba bien, además, tenía experiencia suficiente como para hacerlo sin ser descubierto.

Antes de hacer nada, analizó detenidamente el horario de trabajo de Buhajeruk, para estar seguro de las horas en que este no iba a estar en casa. Por muy extremadamente ansioso que estuviera, no quería dar un paso en falso y estropearlo todo.

Después de cerciorarse de que esa era la hora perfecta para ir al hogar del pelinegro, agarró todo lo necesario antes de salir de su casa.

No quería llamar mucho la atención del vecindario, y también suponía que al ser un policía, Iván tendría varias cámaras instaladas en su casa. Por lo que decidió vestir una gorra negra, acompañada de un cubrebocas. Realmente en ocasiones como esa, agradecía que hubiera llegado la pandemia, pues llevar un pasamontañas era demasiado excéntrico y llamaba mucho la atención, en cambio, el cubrebocas pasaba más desapercibido, y siempre se podía excusar en que el era muy precavido con ese tema. Aunque su plan era ni siquiera aparecer en las cámaras, siempre era bueno prevenir por si fallaba en la ejecución de algo.

Antes de adentrarse al hogar de Buhajeruk, Carrera analizó la situación desde su auto, a una distancia prudente de la casa. Una ventaja que tenía, era que cristales que tenían su coche eran opacos, dejando que el pudiera ver el exterior pero no pudieran verlo a el.

Con la ayuda de unos binoculares profesionales de extrema precisión, pudo localizar la mayoría de cámaras que se encontraban en el exterior de la casa, calculando así, los puntos ciegos de estas para evitar ser visto. Ahora solo faltaba dar con la caja de fusibles, para así cortar la luz, desactivar las cámaras y poder operar com tranquilidad.

Salió del coche y se acercó lentamente hacia la casa, comprobando que no había nadie cerca. Se pegó a una pared, justo en un punto en el que las cámaras no podían captarle, y desde ahí miró a través de una ventana el interior de la casa, dando así con la caja de fusibles. Esta se encontraba nada mas entrar, justo al lado de la puerta.

Por un momento, Rodrigo se planteó la idea de desactivar desde fuera la cámara que apuntaba hacia la puerta del hogar, pero rápidamente descartó esa idea. No era muy común ver a un chico desactivando una cámara en plena calle, cualquier persona que pasara por ahí lo podía ver y eso no sería para nada bueno. Finalmente se decidió por entrar con tranquilidad, como se se tratara de su hogar, y más tarde ya alteraría el registro de esa cámara, total, si solamente se trataba de una, y la grabación tampoco duraba mucho tiempo, no le sería de mucho esfuerzo hacerlo, ni tampoco sería la primera vez que hacía algo así.

Decidido, se acercó con toda la naturalidad del mundo a la puerta, y apretando un botón de su reloj, de este salió una especie de alfiler de metal con una forma específica, que este usaba para abrir las puertas con extrema facilidad. Esta herramienta la había fabricado el mismo, y era una de sus mayores ayudas a la hora de cometer cualquier crimen, pues no llamaba la atención, y a los ojos de la gente, simplemente parecía como si estuviera abriendo la puerta de su casa con una llave normal y corriente. Claro esta, que la actitud de Rodrigo también ayudaba a que todo saliera perfecto, pues este actuaba con total naturalidad, sin parecer sospechoso, como si realmente el no estuviera haciendo nada ilegal.

Ni un minuto le costó entrar al hogar del policía, lo que aumentó un poco mas su autoestima como delincuente. Sin detenerse mucho, fue directamente hacia la caja de fusibles, desactivando la toma de luz de la casa, y con esta, todas las cámaras de seguridad. Sacó de su bolsillo una linterna y empezó a ejecutar su plan.

Antes de hacer nada, se quiso asegurar de borrar el archivo de la cámara de afuera, por lo que busco por la casa hasta dar con el ordenador de Buhajeruk, conectó este a una toma de luz portátil que llevaba consigo y después de unos cuantos clicks, ya había borrado cualquier rastro suyo en esa casa. Desinfectó todo lo que había tocado y eliminó sus huellas de todo lugar, para luego volver a por lo que realmente estaba allí. Tampoco se preocupaba por sus pisadas, pues usaba un calzado especial con una suela que no dejaba ni marcas ni rastros de nada.

Era un poco locura todas las molestias que se estaba tomando para lo poco que iba a hacer, pues tampoco quería pasarse mucho, simplemente quería llamar un la atención de el policía y ponerle nervioso. Lo que quería hacer esa simple, iba a dejar una carta colgada en la nevera de este, obviamente firmada con la letra "C", junto con un pequeño regalito. Era algo insignificante, pero sabía que solamente con eso iba a lograr desesperar a Buhajeruk.

Después de hacer todo lo que tenía planeado, y de eliminar cualquier prueba que podía haber dejado, volvió a dar la luz, y aprovechando que desde que conectaba de regreso la toma de luz, las cámaras tardaban aproximadamente un minuto en volver a ser funcionales, salió rápidamente del hogar del pelinegro, sin dejar ni un rastro de su presencia allí, mas que la sorpresa que le esperaba al otro al llegar a casa.





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Y hasta aquí el tercer capítulo

Me esta gustando mucho escribir esta historia, espero que vosotros estéis disfrutando de igual manera la lectura.

Quiero avisar desde ya que no tengo ni idea de espionaje, de delincuencia, ni de como actúan los detectives y policías en la mayoría de casos, es simplemente ficción y para escribir me baso en cosas que vi en películas de el estilo, en algunos libros de misterio/policiacos y en suposiciones mías de como sería un caso así. De igual manera trato de hacer las cosas lo más realistas posible dentro de toda la ficción.

Cualquier error o sugerencia que tengáis, siempre son bienvenidos, mientras sea desde el respeto.

Gracias por leer <3

serial killer [rodrivan]Where stories live. Discover now