laissez tomber vos excuses

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El dolor en su coxis era agonizante, pero lentamente volvía cada vez mas placentero, sintiendo que el dolor desaparecía para volver cada vez que veía el rostro tan aterrador de su ""amo"", con esa mirada penetrante, centrado en inspeccionar y analizar cada uno de sus movimientos, planeando una nueva forma de hacerlo sufrir mañana, pero se dijo a si mismo que todo estaba bien, buscando excusas para esa mirada tan horrorosa, viendo como su rostro se oscurecía y sus cuencas rojas iguales a el color escarlata destacan sobre toda esa oscuridad, chilló del miedo, tapo su rostro con sus manos tratando de parecer menos vulnerable pero solo lo hacia ver aun mas apetitoso para el.



Parecía querer saborear cada uno de sus huesos, romperlos y ver aquella ""crema"" salir de aquellas comisuras resultantes, deseando aun mas de aquella asombrosa vista pero solo se conformaba con su entrada y entrañas que sangraban por su propia brusquedad, era tan divertido ver el como intentaba complacerlo con algo tan estúpido como esto.



Realmente quería romperlo mientras hacían este tipo de cosas, anhelaba su dolor tan ardiente que hacia que la serpiente se estremeciera del placer y saliera a morder sus vertebras, buscando saborear sus sentimientos y sensaciones llenas de puro sufrimiento.
Rio sonoramente al escuchar los gémidos que ahora salían de sus inexistentes labios, sabiendo que trataba de callar aquellos sonidos tan vergonzoso pero sin poder lograrlo, su cuerpo reaccionaba complacido y adolorido de todo esto.




No podía soportar mas de este revoltijo entre dolor y placer!.




Odiaba el como se engañaba a si mismo ahora, buscando excusas para seguir y ignorar ese rostro y los toques en sus caderas, empujándolo hacia bajo una y otra vez hasta que fuera llenado nuevamente por aquel miembro palpitante por aquella estrecha entrada que apretaba angelicalmente a pesar de ser rasgada una y otra vez, cada día, a cada hora, no tenia ni un maldito descanso.



Empezaba a alucinar por estas sensaciones confusas, poniéndole otro rostro a aquel perpetrador, buscando entre sus recuerdos para modificar sus palabras tan crueles y hacerlas suaves, quería quedar ciego para no ver lo que en verdad pasaba, añoraba su gentileza y falsa cara, pero ahora solo podía mentirse para cumplir con su necesidad de amor.



"Que patético".- pensó en voz alta el guardián que notaba esta actitud, tan tonta de su juguete.




No podía evitar reírse al ver el aprecio que le había dado.




Sabiendo que había destrozado su confianza como si no fuera nada..





Era la gloria ver la vida de alguien arder en llamas por tus acciones.




Acciones imperdonables.. y ruines.







Saber que eras una basura de persona.





La peor cosa de este mundo!.






Ese era el.








Ink.





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mort à l'intérieur [Terminada]Where stories live. Discover now