L

237 17 0
                                    

-¿Has visto las noticias? -le pregunté a mi madre con molestia agarrando uno de los periódicos que habían llegado el día anterior y que tenían mi cara en primera plana-. ¿Una de las parejas más queridas? Por favor -bufé soltando el papel entre mis manos.

-¿Has vuelto a hablar con Dacre? -asentí-. ¿Qué haréis a partir de ahora?

-Será el padre de mi hijo, así que... -suspiré-. No lo sé, supongo que iremos hablando para conocernos mejor y ver si podemos empezar una relación en el futuro.

-Me pone feliz saber que se ha arreglado todo así de rápido -me sonrió dándome un pequeño abrazo.

-Demasiado rápido, diría yo -me encogí de hombros soltando mi pesimismo habitual-. No quiero pensar en negativo, pero ha ido todo muy bien para lo que suele ser mi vida.

-Debería alegrarte eso, ¿no?

-Sí, pero, ¿no sientes que algo no va bien? -la miré esperando una respuesta positiva, pero no fue así-. Piénsalo. Liv se rinde con el supuesto amor de su vida y Dacre vuelve a mi lado y me pide perdón por el error que cometió.

-¿No crees que son los nervios del embarazo los que te tienen así?

-¿Así cómo? ¿Así de loca? -mi madre rio negando con la cabeza-. ¿Entonces?

-Así de paranoica. Te piensas que alguien está conspirando en tu contra, pero simplemente las cosas te están yendo bien y puede que hasta mejoren más todavía.

-No lo creo -alzó una ceja-. Está bien, sí, puede que esté un poco paranoica, pero el embarazo no te pone así, ¿verdad?

-Mira, cielo -se sentó en una de las sillas a mi lado-. Una noche, cuando aún estaba embarazada de ti, tu padre se levantó para ir a tomar algo y, como tardó casi una hora, solamente se me ocurrieron dos opciones.

-¿Qué dos opciones?

-Tu padre había salido para engañarme con otra o lo habían abducido, y en ese momento no supe cuál era la mejor opción.

-¿En serio, mamá? -asintió riendo-. ¿Pero una abducción?

-Correcto, una abducción.

-¿Tú crees que existen los alienígenas? -se encogió de hombros sin saber qué responder.

-A lo que voy, es que es muy posible que todo esto sea causado por los nervios y el estrés de tu embarazo.

-Supongo que sí -suspiré y me levanté para servirme un vaso de agua-. Una parte de mí detesta estar embarazada.

-¿Y la otra parte?

-Un poco -respondí acariciando mi estómago-. Todo será tan diferente cuando el bebé nazca.

Mi madre iba a responder, pero llegó uno de los empleados a avisar de que había un joven en la puerta buscándome.

-¿Dacre? ¿Qué haces aquí? -le pregunté con curiosidad viendo una gran caja entre sus manos-. ¿Qué es eso?

-Tu madre me ha invitado para hablar con ella y quise traer unos regalos para ti y para el bebé.

-Gracias -sonreí agarrando la caja y llevándola hasta una mesa.

-¡Oh, Dacre! -exclamó mi madre acercándose-. Qué alegría que aceptaras mi invitación, no creí que lo harías.

-Por supuesto, señora -asintió-. Es un placer verla de nuevo.

-Pero no me llames señora ni me trates de usted -rio-. No me siento tan mayor, ni lo soy.

-Sí, tienes razón, disculpa -sonrió apenado.

-Ven, acompáñame, por favor -le pidió a Dacre caminando hacia una pequeña sala, seguidos por mí-. Cielo, ¿puedes esperar fuera? -asentí confusa, volviendo por dónde había venido.

Era tan extraño que mi madre quisiera hablar con Dacre, aunque en parte lo entendía. No había tenido ocasión de hacerlo y de repente vino una separación, un embarazo, estar juntos en una misma habitación de hotel. Muchas cosas se juntaron y era obvio que el momento llegaría, pero estaba demasiado nerviosa y la curiosidad me podía.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 14, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

(PAUSADA) Dacre, my love [Dacre Montgomery]Where stories live. Discover now