Capitulo 7 (Parte 1)

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-Descubrí que a ambos nos gusta el queso. Lo vi comprando queso. No lo saludé para no incomodar, como la última vez…-

La voz de Franklyn inunda la habitación. Sentado frente a su psiquiatra, solo puede observar su expresión neutra mientras le comunica los pensamientos que le costó tanto organizar.
Sabe que el Dr. Lecter está al tanto de sus sentimientos, o eso quisiera creer.
Es su psiquiatra, debería saberlo.

-Que ciudad tan pequeña-

Intenta no ver el reloj en su muñeca, sintiendo que el tiempo está pasando más lento de lo que debería.
Aún quedan 10 minutos de la sesión.

-Si. En Jose´s tienen el mejor queso de toda Baltimore, los quesos son mi pasión y… ¿Lo estoy aburriendo?-

Cortando el hilo de sus palabras, Franklyn pregunta horrorizado.
Ahí va su siguiente intento por tener una conversación profunda con aquel intrigante hombre.

-No. Esta es su hora, podemos hablar de lo que quiera-

Manteniendo la elegancia, deja que el romero aromatice la habitación, cosa que su paciente acepta gustoso.
Una jugarreta algo baja, pero no quiere ningún conflicto que pueda retrasar su día.

El alfa se entrega a su aroma, tentado a liberar el propio para ver si ese contacto surte mayor efecto.
No lo hace, en cambio decide volver a usar las palabras.

-Quiero que sea mi amigo-

-Soy una fuente de estabilidad y lucidez, Franklyn. Pero no puedo ser su amigo-

Trata (con éxito) de no fruncir el ceño al sentir como el aroma a musgo se impregna en las paredes del consultorio. Tendrá que ventilar a conciencia para evitar incomodar a sus próximos pacientes.

-¿Usted cree que son un psicópata, Dr. Lecter?-

Por fin, exterioriza la pregunta que tanto rondaba en su mente. Tal vez por eso no le agrada, debe haber algo mal en su interior que le impida ser un buen prospecto de amigo para aquel gran médico. Desesperado, intenta no morder sus uñas mientras espera la respuesta, que como es costumbre, tarda en llegar.

-Algunas veces Franklyn, solemos modificar nuestro comportamiento para agradarle a la persona que nos interesa…-

Mantiene la vista fija en él. Sabe que han comenzado a caminar por una senda peligrosa, Franklyn se ha esforzado lo suficiente para alcanzar el esplendor que le otorga su potencial. Lo vió en la penosa pintura que intentó plasmar semanas antes, no obstante, sería bueno cambiar de musa.

- Pero eso no debería influir en quien eres realmente…¿Te consideras un psicópata?-

Terminada la sesión cierra la puerta al saber que no llegará otro paciente. Encendiendo el purificador de aire sale avanzando hacia su pulcra cocina. Tiene solo 40 minutos para elaborar y porcionar el platillo que ha llegado a su mente en el mejor momento. Mecánicamente retira su saco y ajustando el mandil en su cintura comienza a trabajar.
No debe perder tiempo si quiere llegar al centro de salud Noble Hills en el horario de visitas.

[ Días antes. Hannibal]

La inesperada, pero agradable visita le ayudó a comenzar su día con mayor entusiasmo. Nunca habría imaginado que el joven agente tomaría la iniciativa, cosa que le ha cautivado en gran medida.
Dirigiendo una última mirada a la hielera, decide guardar la carne en su propio frigorífico para una mejor conservación.
Continuando con su mañana se prepara un desayuno más consistente y con las proteínas necesarias, para después ducharse y tardar en elegir el atuendo adecuado, decidiendose por un traje marrón, corbata tinta y camisa beige.

Uno no decide de quién se enamora Where stories live. Discover now