§ Miedo §

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° Perdóname °

Su mirada era pesada, sus ojos negros me miraban de una forma un tanto extraña pero que daba la sensación que quería decirme muchas cosas a la vez.

El olor a café invadió nuestras cosas nasales. El mesero nos tendió nuestros pedidos y después se marchó dejándonos con el mismo silencio incómodo.

-No comprendo-formulé una mueca tomando mi brazo, incómoda de la situación-ese día te...rechacé, ¿no me odias por eso?.

Frunció el ceño, jugó con el popote de su copa de helado. Parecía estar algo confundido pero a la vez triste.

Sonrió tímido-¿Sabes?, nunca antes había hablado con una chica, exepto por Emma-rió.

Lo miré de forma seria, no era tan lista para saber a lo que se refería o a lo que quería llegar.

Suspiró-A lo que me refiero con todo esto...

-Sin rodeos Mikey, vine aquí para poner todo en orden, tus sentimientos hacia mi no pueden ser correspondidos, no quiero lastimar a un amigo.

Rió levemente-Entiendo, perdón, es sólo que no estoy tan listo para aclarar todo-se detuvo analizando lo que iba a decir-contigo me siento bien, los impulsos que tengo desaparecen.

Ahora entendía todo. Esa vez cuando niños me defendió de unos chicos más grandes, sus ojos habían cambiado de color que hasta el mismo aire le temió.

Recuerdo que corrí hacia él y lo abracé tan fuerte que temí por mi vida, pensando que él me golpearía.

Pero fue todo lo contrario. Él me devolvió el abrazo y dijo que todo estaría bien, que él me protegería.

-¿Me estás escuchando?-su voz me hizo salir de mis pensamientos.

Parecía molesto, suspiro y terminó de comer su helado, dejando hasta al último la cereza.

La cual tomó de la ramita y la mordió haciendo una mueca de gusto. Sonreí levemente al ver la satisfacción en su rostro.

-Mikey, quiero ser tu amiga, no quiero romper esta amistad tan bonita que por muchos años hemos tenido.

Guardó silencio.

-Sera difícil para ti y para mí-me miró-el que guardemos este "secreto" entre nosotros.

Golpeó la mesa y se levantó enojado, sus ojos me vieron con furia, dejó en la mesa unos billetes para pagar lo que habíamos comido y se marchó dando un portazo.

Las personas me miraban y murmuraban juzgandome con la mirada.

-¡Que me ven idiotas!, ¡ustedes a lo suyo y yo a lo mío!, malditos chismosos
-pronuncie y tendí unos billetes en la mesa para pagar de igual forma.

Salí de la cafetería viendo hacia todas partes para poder encontrar al rubio. Corrí puesto por puesto hasta darme por vencida.

Si él no quería verme, lo aceptaría. No fue muy buena reacción de mi parte, lo entiendo.

Pero, ¿qué puedo hacer?, no pueden obligar a una persona a sentir lo mismo que la otra.

Efímero {Baji Keisuke X Tú}. Completa✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora