Haganezuka es un herrero dedicado a pulir cada una de las técnicas de su familia, lograr forjar una espada duradera es su mayor objetivo.
Pero también tendrá que ser un esposo apto para la hija del jefe.
¿Como diablos iba a lograr eso?
Portada hecha...
Hotaru tenía el seño fruncido al igual que Gantetsu quien regañaba a Hanae por no mantener una fuerza constante al darle al metal con el martillo.
— Ni que fueras el mejor herrero del mundo. — la rubia infló sus mejillas, miraba el metal que ya no estaba al rojo vivo.
— ¡No! Pero estoy más cerca que tu. — Gantetsu suspiró. — hermana, te lo digo porque yo también quiero que seas una herrera magnífica.
— Ti li digui pirqui quiri qui sis ini hirriri magnífiqui.
Gantetsu le dio un golpe en la cabeza a su hermana menor.
— ¡Ey!
— ¡Eres muy irrespetuosa!
— ¡Eres muy molesto!
— Gantetsu, yo considero que lo hizo muy bien. — habló por fin Haganezuka para suerte de Hanae porque su hermano estaba pensando darle otro coscorrón.— yo me encargaré.
El Tecchikawahara mayor asintió y salió del taller no sin antes darle una mala mirada a su hermana. A ninguno de los dos le importaban las dos décadas de diferencia que tenían, ambos se comportaban como niños pequeños al pelear, lo que siempre irritaba a sus padres y a Hahanezuka.
— Debes hacerle caso a tu hermano. — le reclamó y Hanae se quitó su máscara para que el pudiese ver su cara de molestia.
— ¿No dijiste que lo hice bien? Viejo mentiroso y cochino. — la rubia tenía los brazos cruzados y Haganezuka se quitó su máscara para que pudiesen verse a los ojos. Hanae vio que tenía el ceño fruncido.
— Delante de quien sea, puedes tomar armas para defender que el cielo es rojo y aunque yo sepa que es azul, me pondré a tu lado y también diré que es rojo y después de ganar te haré entrar en razón.
La rubia había relajado un poco su semblante, comprendía muy bien el significado de sus palabras.
— viejo cochino.
— Mocosa malcriada.
Ambos se miraban con rabia y hasta parecía que sacaban chispas de sus ojos.
— ¡Eres imposible!
—¿Yo? ¡Mira quien habla! Hombre molesto. — Hanae se puso de pie y Hahanezuka la beso antes de que dijera otra cosa.
Sus ojos se encontraron y ella se quedó en silencio, simplemente no tenía idea de lo que iba a decir.
— Cálmate ya.
Hanae salió corriendo de allí. Cada vez que Hotaru la besaba se volvía un manojo de nervios, aún más desastrosa de lo que ya era.
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Como casi todas las noches Haganezuka se encontraba en casa de Hanae cenando y a diferencia de muchas otras noches, estaba la familia completa allí. Incluyendo su cuñada y sobrino.
— Tendrán que darme la receta de esto, por favor. — Habló la cuñada de Hanae, una joven de cabello y ojos negros.
— ¡claro! Puedes venir cuando quieras y te enseñamos.
— Mi pequeña hermana cada vez se pule más en todo lo que desea, si fueras menos terca serías la jefa de la aldea. — Habló Gantetsu y todos soltaron pequeñas carcajadas, excepto Hotaru.
— Cuando sea jefa de la aldea voy a expulsarte.
— niños, dejen de pelear.
— Si madre. — respondieron ambos al unísono con la boca llena. Ame la cuñada de Hanae y Hotaru se miraron cómplices, hartos de esas peleas de hermanos que aunque no confesaran les divertían.
Durante el postre la mujer de cabello oscuro dejó de comer, no de forma abrupta y aunque los demás presentes lo notaron le restaron algo de importancia a eso.
— Madre, padre. Ame y yo debemos informarle algo.
— ¿Que pasa?
— Estamos esperando un nuevo bebé.
Todo fue emoción a partir de ahí, hasta Haganezuka estaba sonriendo y esperando su turno para felicitar a la pareja.
— ow~ estoy muy feliz, quiero más nietos, muchos muchos nietos. — decía el patriarca de la familia haciendo a su esposa reír mientras cargaba a su nieto mayor.
— A ver cuando Hanae y Haganezuka te dan un par.
— No los presiones, a su tiempo nos darán muchos nietos. — defendió su madre.
— No creo que sea momento de hablar de eso. — dice Hotaru sonrojado, claro que no pudieron notas nada de eso ya que el a penas termino de comer se colocó su máscara.
— Preocúpate por ti, tonto hermano.
— ¡Deja esa actitud! Por eso no te has casado.
Silencio.
Para sorpresa de todos Hanae sonrió y camino a su hermano mientras que Ame estaba a su lado casi inmóvil, como si la rubia fuese una bestia lista para atacar de la que ella tratase de camuflarse.
Entonces llegó.
Le dio una patada en los bajos y Gantetsu cayó de rodillas. Su padre y Hotaru instintivamente se llevaron las manos a su parte íntima, era como un dolor casi compartido.
— Espero que tu bebé venga sano, porque es probable que no tengas más.
Hanae salió de allí luego de decir eso. Ame se arrodillo intentando consolar a su marido.
— El se lo busco. — Habló el mayor.
Por su parte Hotaru tenía ganas de golpearlo, ¿como se atrevía a decir algo así? Ese inútil no era digno de ser su hermano.
Salió detrás de ella, a pesar de que la chica tenía piernas cortas las usaba muy bien, era muy rápida. Seguro que estaba en el bosque. Tomó indie si de glicinias y corrió.
En un pequeño claro se detuvo, miró la copa de los árboles y no podía ver nada, esa noche no había luna que iluminara su cabello y la delatara.
— ¡Hanae! — gritó empezando a enfurecerse con ella.
— Te libero... Puedes casarte con quien quieras
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Hola, les aviso que tengo historias de cartas de los personajes de KNY y también una historia original que me ayudaría mucho que apoyen con su like. También no olviden votar comentar y seguirme tanto aquí como en mis redes sociales.
