Nunca te dejé de amar|| Jeremiah Fisher

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Hoy era el día más importante para mi madre. Tenía la firma de libros.

El año pasado tuvo un bloqueo de lector y no pudo escribir nada. Ella dice que no, pero yo sé que fue por mí. Fue el año en el que me quedé en casa y ella estaba muy preocupada. No es que sea una egocéntrica, Belly y Steven me lo dijeron. Así que es igual de especial para ella que para mí.

Hoy íbamos a quedar las chicas y yo para jugar al voleibol en la playa un rato hasta que Belly y yo nos tuviéramos que ir. Habíamos pedido el día libre en el trabajo, íbamos a estar ocupados todo el día.

Llegamos a la playa, hicimos equipos y empezamos a jugar. Me encanta estar con las chicas. Nicole me dijo que Gigi cada vez era más insoportable y que poco a poco se iba quedando sola. No es que me alegre de que se vaya a quedar sola, me alegro de que se hayan dado cuenta del tipo de persona qué es.

Nos tocaba sacar a nosotras. Tiré a Belly, que iba en mi mismo equipo. Me giré para ver a shayla y estaba Jeremiah entrando a la playa con su tabla de surf bajo el brazo. Iba corriendo a cámara lenta y no tenía camiseta. Justo cuando me miró me dieron un balonazo en la cabeza.

—¡Lily! ¿Estás bien?

—Si, tranquila Nicole. Ha sido mi culpa, estaba despistada.

—Si, ocupada mirando a tu ex guaperas—Dijo Taylor ayudándome a subir.

—Tendriais que superarlo ya, como ya he hecho yo.

—Escuchar canciones de Olivia Rodrigo mientras lloras no es superar—Dijo Belly

—Estoy saliendo con alguien— pensaba que lo había dicho lo suficientemente bajo para que no lo escucharan, pero no funcionó.

—Como hermana tuya, me siento ofendida. Venga, di quien es. Todas estamos esperando.

—Es Cooper

—¿Pero ese no es el amigo de Jer?—Preguntó Shayla

—Si, y no me importa. Si tienen algún problema que lo resuelvan entre ellos

—Yo creo que están una semana y lo dejan—Dijo Belly

—No, menos de una semana. ¿20€?—Siguió Taylor

—Acepto— y ambas se dieron la mano

—No seáis malas—dijo Nicole—Haceis una buena pareja. 

—¡Chicas, tenemos que irnos!—Gritó Steven ¿Cuando ha aparecido?

Después de oír a Steven nos fuimos a casa para ducharnos. Nos pusimos la ropa que íbamos a llevar por la noche, pero nos terminaríamos de arreglar allí.

Llegamos al establecimiento, era enorme. Había un montón de cajas con libros que mi madre tendría que firmar esta noche. Me giré a verla y estaba hablando con unas personas sobre la organización. Nosotros empezamos  a colocar los libros donde nos decían y pusimos comida en la mesa más larga.

Pedimos un par de pizzas para comer allí, porque no no sons daba tiempo a ir a casa a comer.

—¿¡Quién quiere pizza!?—Grité y todos se sentaron en el suelo

—Chicos, está quedando todo muy bonito. Gracias por ayudar tanto

—Gracias mamá, no es nada

—Tu caya, Steven. Lo único que has echo desde que llegaste ha sido dormir en ese Sofá de la esquina.

—Eh, yo...—Conrad empezó a reírse y en un intento de Steven de golpearle a Conrad se le calló la pizza en la camiseta blanca—Tio, lo siento. Yo no quería.