Desde un tiempo lejano al tuyo, te quiere, tu sobrino Dean

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Fue hace algún tiempo, después del final, luego de una vida de hermandad y demonios, dicho de forma figurativa y más literal de lo que lo que les hubiera gustado que fuera. Fue cuando el pequeño Dean tenía curiosidad por la vida de su progenitor antes de que se convirtiera en una persona normal y ordinaria.

Sam, su padre, le había contado mucho sobre su tío Dean, y que era debido a él que llevaba su nombre; le contó sobre su vida de cazar monstruos, demonios, fantasmas, brujas y demás, y de cómo conocieron a tantas personas que estimaron mucho y no pudieron salvar, entre ellos Charlie, de quien siempre Sam recordaba con tanta culpa.

Sam le contó a su hijo sobre un demonio que llegó a ser rey del infierno y adicto a las emociones humanas. De cómo se convirtió en un muy útil aliado y de cómo dio su vida por ellos al final.

También le contó de Jack, un niño nacido de un muy mal augurio, el hijo del diablo, quien resultó tan dulce y no tan amado, como, en otras circunstancias les hubiera gustado amar y darle una buena vida. De cómo el niño se convirtió en Dios a quien jamás volvió a ver, ni siquiera luego de la muerte de Cas, ni de la de Dean, a pesar de su soledad.

"Cas", su padre habló tanto de ese tal "Cas" quien, según su padre era un ángel, y el mejor amigo de su tío Dean.

Dean Jr. cada vez que escuchaba a su padre relatarle tantas historias, no podía creer que todas esas cosas hubieran pasado, sin que el resto del mundo pudiese percatarse, pero en lo que más solía pensar era en el curioso actuar de su tío Dean. De cómo parecía la vida misma haberle roto el corazón y de cuán seguro creía estar de que su tío buscaba confort en el ángel que tanta curiosidad le daba a Dean Jr.

Con el tiempo el Joven Dean Jr. comenzó a leer libros sobrenaturales y su padre pacientemente le explicaba un sinfín de cosas, solo era curiosidad, él sabía que no quería ser cazador, y terminó encontrando un viejo diario, era el diario de John Winchester, su abuelo.

Luego de todo lo ocurrido, luego de la muerte de Cas, Dean se dedicó a rellenar ese diario con tanta información como pudo acerca de demonios, ángeles, y acerca de Cas Luego de la muerte de Cas, Sam no tocó aquél diario porque Dean siempre se encontraba escribiendo algo allí. Y cuando su hermano ya no estuvo, Sam no se atrevió a volver a abrir ese diario. Lo guardó en una caja junto a todas sus cosas y pasado sobrenatural en el sótano de su casa normal, alejado de su vida corriente, alejando todo aquello de su esposa y de su hijo recién nacido Solo eran algunos pocos libros, no más, el resto había quedado aguardando para quien lo descubriera en aquel búnker que una vez les dio hogar a los tres juntos, pero luego del final, la soledad en aquel lugar tan grande era insoportable.

Dean Jr. no tenía prohibido tocar aquellas cosas, de hecho, cada vez que encontraba algo que le llamase la atención, su padre Sam, le contaba la historia del objeto y así volvería a hablar de su tío Dean... y de Cas. A Dean.Jr. le daba mucha curiosidad su tío, pero mucha más curiosidad le daba Cas. Le hubiera gustado conocer al ángel, jamás había visto nada sobrenatural además de los libros y extraños utensilios de los hombres de letras en las cajas de su padre en el sótano.

Dean Jr. creía comprender que su tío y ese tal ángel Castiel eran muy amigos, hermanos. Pero se le hacía un poco extraño algunas cosas que su padre contaba sobre el comportamiento de ambos, sobre cómo sonreía triste al narrar algunas cosas, el cómo guardaba silencio ante algún recuerdo y sonriendo melancólico y negaba con la cabeza después.

Fue cerca de los trece años que Dean hurgaba en una caja y decidió una noche, antes de dormir, leer el diario de su abuelo John Winchester y fue ahí que comprendió tanto aquello que sentía saber.

Al comienzo de los escritos de su tío hablaba de un sin fin de cosas. Dean siempre comenzaba a narrar con la fecha del día en que lo hacía y luego de la muerte de Castiel, Dean se abocó a escribir sobre ángeles, sobre todos los que había conocido y todo lo que sabía sobre el tema, y luego escribía mucho sobre "Cas", como su padre y tío lo solían llamarlo. Al principio eran cosas características de su condición de ángel, de cómo evolucionó al pasar más tiempo en la tierra, y sobre cuando se volvió humano. Todo aquello estaba escrito allí, pero mientras el pequeño Dean leía, sentado sobre una gran caja vieja que guardaba cosas que ya no se usaban en la casa, pasó una hoja vieja y amarillenta y algo se despegó de ella, cayendo al suelo sutilmente.

Café, lluvia y DestielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora