All I need is your pretty heart (All I need libro 2).

Capítulo 3.

Emma.

Escucho a Valentina mientras corta su filete.

—¿Tu crees que Hendry lo haría? Quiero decir, no está obligado hacerlo, pero sería muy lindo que el chico que me gusta haga un acto de amor, sin importarle lo que sus amigos digan o si eso, según sus amigos, rebaje su masculinidad.

Parpadeo constantemente con lo que acabo de escuchar.

—Es un chico.

—Emma, va cumplir veinticuatro, es un hombre ya.

—Sigue significando lo mismo.

Valentina deja caer sus cubiertos en la mesa regalándome una mirada.

—Emma, no me gusta lo que haces. ¿Por qué no me ilusionas? Me tientas y me dices: si, él haría lo que fuera por ti, ¿Ah?

Suelto un bufido combinado con una risa.

—Sabes que no es así.

Ella hace un puchero encogiéndose de hombros.

—Le diré a Andrew, él sí me ilusionará.

El pretendiente de Valentina es un chico... peculiar, y de peculiar me refiero a que su logro más importante fue que su equipo favorito haya ganado un campeonato, su lema es: «amigos no se cambian por chica». Y esta bien que nunca menosprecies a tus amigos que han estado para ti toda tu vida, pero eso no significa que tengas que rebajar a tu novia, amiga, pretendiente o lo que sea por el simple hecho de que te sientas inseguro por lo que tus amigos, o un hombre que tiene un podcast que hable sobre ser un macho alfa y cómo enamorarte de una mujer hace que tu masculinidad deje de existir, diga que está mal. Aun no comprendo la lógica sobre este último argumento. 

—Él no quiere nada contigo, le tiene miedo al compromiso.

Valentina suspira y desvía su mirada. Ella a veces me recuerda a mi, cuando tiene la oportunidad de idealizar al chico que le gusta no duda en tomarlo, pero el resultado de esto siempre termina en lo mismo. ¿Ese chico que tenías en la cabeza? no existe.

Puede que haya tomado decisiones drásticas en mi vida referente a los chicos, pero nada se compara con las cosas que hice por Charles Cole. Me inscribí en las clases que él estaría, recuerdo que lo conocí cuando era pequeña tendría unos siete años, él estaba hablando con Bradley mientras le enseñaba unas banquetas, estábamos en recreo, yo quedé paralizada; entonces, me cacho viendolo, y él simplemente me sonrió.

Aunque nada se compara a cuando lo besé.

Años anteriores...

Sara me susurra una disculpa mientras se va con un chico hacia dentro de la casa, le sonreí dando a entender que no tenía problema con eso, pero lo había, estaba sola, sentada en el tercer escalón del porche.

«Pude haberle dicho a Lara que viniera.»

Mi ceño se frunce al ver unas piernas frente a mi.

—Hola —Charles grita cuando alzo la mirada.

—Hola. ¿Cómo estás?

—Bien. —Lleva sus manos a sus bolsillos—. ¿Y tú? ¿Viniste sola?

Abro la boca para responder, sin embargo un chico nos interrumpe saludando a Charles.

—¿Vas a entrar? —Le pregunta el chico.

—Luego. Estoy hablando con una amiga. —Charles me señala.

El chico me ve y mi única respuesta es darle una sonrisa de boca cerrada.