0 2 1 | 🆂🅰́🅱🅰🅳🅾

661 82 5
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.














No duermo nada. Tengo muchas cosas en la cabeza, demasiado en el corazón. Estoy pensando mucho, sintiendo mucho.

Me pongo bocabajo y hundo la cabeza en la almohada. Sonrío y estoy seguro de que he estado sonriendo toda la noche. Tomo mi teléfono que está sobre el buró. Tengo mensajes en el chat de los tres mosqueteros y, cuando lo abro, encuentro un enlace a un video de YouTube que Donny pensó que era chistoso. Veo mis notificaciones, pero no hay ninguna de Yeji todavía. Quizá Yeonjun está durmiendo.

Regresamos a casa muy tarde. Ninguno de los dos queríamos que la noche terminara. Incluso después de que llegamos a mi casa, pasamos casi una hora sentados ahí, platicando. Tomados de la mano con el corazón pleno, el vértigo se arremolinaba sobre nosotros. Decidí entonces que anoche habíamos tenido una cita, porque fue todo lo que siempre imaginé, y mucho más.

No estoy diciendo que esté enamorado de Yeonjun. Pero la idea no me parece por completo imposible. No ha transcurrido una semana completa, pero no puedo negar que cada día que pasa me gusta más. Y lo que me vuelve loco es que yo también le gusto.

Su beso es la prueba innegable que necesita mi mente escéptica. Con sus labios, él aclaró mis dudas e hizo desaparecer mi ansiedad sobre nosotros.

Anoche lo hizo otra vez, y otra, y otra.

Tocan a la puerta de mi recámara. Me pongo bocarriba y Manchae asoma la cabeza. Lleva en la cabeza la pañoleta para el cabello que usa para dormir.

—Me manda mamá para asegurarme de que sigues vivo —explica Manchae.

No lo estoy. Me mudé de la tierra de los vivos. Anoche fue suficiente para matarme; el arma del homicidio: la boca diestra de Choi Yeonjun. Sonrío para mí mismo. Estoy seguro de que Manchae piensa que parezco un tonto, pero no me importa. Estoy demasiado feliz como para que me importe. Nada puede salir mal hoy, no cuando me siento tan bien.

—¿Qué te pasa? —pregunta Manchae.

—Nada —miento.

Por una vez no siento mi secreto como una carga.

—¿Vas a ver hoy a Yeonjun? —pregunta.

—No, ¿por qué?

Hay algo extraño en su pregunta, o más bien en la manera en la que la formuló. Quizá si no estuviera embriagado de amor por los besos que nos dimos Yeonjun y yo anoche, la presionaría para que me dijera. Al final no lo hago. A veces la ignorancia deliberada es lo mejor.

—Solo tenía curiosidad.

Cierra la puerta y me deja solo con el recuerdo de anoche. Estoy en una nube de euforia. Ahora entiendo por qué las estrellas pop dicen todo el tiempo que el amor es una droga. Quizá sea un cliché, pero también es cierto.

跟我出来, 崔妍俊! [ YeonBin ]Where stories live. Discover now