AU| Mike Wheeler, pertenece a una familia adinerada pero de principios morales sólidos, y aspira convertirse en un honorable agente de policía
Pero su vida se ve sacudida cuando su hermana mayor Nancy se involucra con el líder de la mafia, Jonathan...
tw: violencia explícita, insinuación de prostitución.
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Mike, visiblemente molesto, gira el pomo de la puerta de la habitación de su hermana y la cierra de golpe tras él.
—¿Te has vuelto loca, Nancy? .- susurró con incredulidad, su mirada fija en su hermana, quien estaba ocupada aplicándose labial frente al espejo.—¿Con Jonathan Byers? ¿En serio?
Nancy, sin inmutarse, continuaba tomando con calma el maquillaje y esparciéndolo por su piel con movimientos precisos.
—¡Te estoy hablando! .- exclama molesto.
El día comenzó de forma terrible. Primero, llegó tarde a clase y recibió un regaño de Hopper. Luego, se cayó tres veces en el barro durante el entrenamiento. Y como si eso no fuera suficiente, sus compañeros de clase, unos auténticos imbéciles, afirmaron haber visto a Nancy pasando el rato con Jonathan Byers, y se burlaron de ello. Lo peor es que ella no lo negó ni siquiera cuando Mike insinuó algo al respecto. Y ahora, por si fuera poco, parece que van a salir juntos de nuevo.
—No te incumbe, Mike.- dice mientras observa los rizos de su cabello caían en cascada sobre sus hombros mientras ella los acariciaba con los dedos, dándoles un aspecto despeinado.— Y ya vete, no quiero que me arruines el humor. Quiero verme bien para esta noche.
¿De verdad va a entrar a ese asqueroso lugar? Ese repugnante casino, conocido como 'Byers Spin Palace', es simplemente horripilante. Es un enorme complejo que combina un casino, un boliche y quien sabe qué más. Lo tiene todo: desde juegos inimitables para apostar hasta bares e incluso comida de lujo. Sin embargo, lo que lo hace aún más aterrador es la clase de personas que lo frecuentan. Es un refugio para aquellos de dudosa reputación, un verdadero imán para tipos de mala muerte. Cualquiera puede entrar allí y entregarse a todo tipo de vicios y excesos. La diversidad abunda en todos los aspectos, y eso, curiosamente, resulta molesto para Mike, tal vez porque él es un tanto mojigato. Pero, por Dios, ¿disfrutaría alguien de estar en un casino rodeado de gente despreciable bebiendo hasta quedar sin consecuencia y aspirando drogas por su nariz? ¿O de ver a personas "bailando" que en realidad están frotándose unos a otros?
Ni hablar, que asco.
Recuerda a sus compañeros de academia mencionando haber asistido al casino en una noche de sábado para disfrutar un poco. Según ellos, la experiencia fue increíble. Sin embargo, también mencionaron que el lugar es mayormente frecuentado por personas homosexuales debido a su ambiente diverso. No es que haya nada malo en ello, pero lamentablemente para ellos, no lograron conseguir una cita con mujeres esa noche. A pesar de ello, tuvieron algo de suerte y ganaron una buena suma de dinero gracias a sus apuestas.
Mike, por supuesto, jamás se atrevería a poner un pie en ese lugar, incluso si tuviera todo el dinero del mundo. Y su hermana, tampoco debería siquiera mirar ese asqueroso lugar.
