🍀 Tú 🍀

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Cada vez que Louis llegaba a su casa, y la música lo envolvía en sus suaves melodías, no podía dejar de cuestionarse. Estaba consciente de que no era sano, pero era algo más fuerte que él. Se preguntaba si quizás Zayn lo vería ahora, notaría su cuerpo tonificado, sus tatuajes, lo bueno que era en su trabajo. Incluso pensó si quizás volver era una posibilidad... ¿Y por qué pensaba una tontería como esa? Porque su ex novio era un lugar seguro, ya lo conocía, sabía que esperar de él y estaría menos solo.

Y después de tanto dar vueltas, lo entendió. Jamás volvería con Zayn, porque simplemente no lo amaba, porque forma parte de su pasado. Fue tonto pensar que añoraba a una pareja en esos momentos, con quien compartir todas estas cosas nuevas que pasaban en su vida. No podría extrañarlo, porque nunca lo ha tenido y no quiere sentirse triste por eso. Es mejor pensar que tal vez, algún día, llegará esa persona que quiera escucharlo mientras lo abraza y besa su pelo suavemente. 

O mejor no.

 Pensar en una nueva pareja le asusta demasiado. Conocer una nueva persona, y con eso nuevos hábitos, personalidad, características, familias, amigos, cuerpo, olores, formas, sensibilidades, traumas... Todo distinto. Sería incluir una nueva rutina a sus días, y no está listo. Es de las cosas que más le aterraban cuando pensaba en estar soltero y ahora debe enfocarse, o intentarlo, en él, y en su trabajo. 

El día sábado lo pasó escuchando música, buscando reseñas, anotando en su pequeño computador portátil, haciendo listas, y pensando en nuevas secciones que puede presentar en un tiempo más a la radio. Le gustaría un pequeño espacio, para darle oportunidad a nuevas bandas que recién comienzan, llenos de sueños y tratar de ser un apoyo para ellos.

Terminó totalmente agotado, apenas y había comido, porque estaba demasiado concentrado y entretenido. Se durmió en el piso de la sala, y despertó en la madrugada, con frío y dolor de huesos. Como pudo se arrastró a su cama, y se volvió a dormir, había olvidado que tenía que ir donde Niall. Despertó asustado cuando su celular empezó a sonar insistentemente y al ver la hora se cayó de la cama, eran las dos de la tarde. Contestó y le prometió a Niall llegar en menos de una hora a su departamento, por lo que se bañó rápidamente, y se puso unos ajustados jeans negros, una polera manga larga azul, zapatillas, y un abrigo corto, por si hacía frío a la vuelta. Arregló un poco su pelo, y se perfumó. Se sentía casi como si fuera a una cita, y no tenía sentido. Sólo eran Niall y Liam y ninguno era de su gusto, pero los nervios se apretaban a su estómago, como si le quisieran avisar de algo que estaba por pasar. Quizás lo mejor era negarse. ¿Era necesario pasar por ese estrés de ir a un lugar nuevo? Su cabeza giraba al mil por ciento. Se sentó, y respiró profundamente hasta que se calmó.

Llegó sin dificultad al edificio donde vivía Niall, que era un lugar bastante normal. Había pensado en algo lujoso y excéntrico, a las afueras de la ciudad y se alegró de equivocarse, estaba bastante cerca del metro. Llegó al departamento, y tocó el timbre. Apenas cinco segundos después, la puerta se abrió, pero no era la rubia cabeza de su amigo quien lo recibió.

Era una aparición, algo no real, un ángel, un respiro de aire fresco, una visión maravillosa. Era... ¿Quién era?

"¡Hola! Eres Louis, ¿verdad?" Sonrió con cariño, mostrando los hoyuelos más hermosos del universo y la galaxia.

"Lo soy" contestó sonrojándose.

"Soy Harry, mucho gusto"

Y antes de que pudiera volver a respirar, sintió unos largos y cálidos brazos rodeándolo. Sus banderas rojas ante el toque de un desconocido, desaparecieron, y correspondió el abrazo, tocando con suavidad la cintura de Harry, sintiendo que encajaba perfectamente en ese espacio cálido y perfumado.

At The End Of The Day, History (L. S.)Where stories live. Discover now