Un amor pragmático.

CAPÍTULO 5

El haber convencido a su guardaespaldas de mantenerse alejado fue una tarea nada difícil para Bill, bastó con algunos besos y un momento privado juntos... todo había sido bastante rápido, salir de Alemania fue simple, los chicos le habían apoyado en fingir demencia. Al llegar a la India se encontró en el aeropuerto con Sarae quien llevaba un letrero gigante con el nombre de su hermano, tal y como acordaron, siempre custodiado por su guardaespaldas, aunque no hubo necesidad de resguardar a Bill, ya que aún la fama de Tokio Hotel no llegaba a la India.

- Es un país bastante caluroso - Bill estaba algo incómodo dentro de la curiosamente lujosa camioneta en la que se trasladaba junto a Sarae- Me recuerda un poco a cuando estuve en Sudáfrica - con sus manos trataba de generar aire que le refrescara.

- ¿También has ido a Sudáfrica? Algo simple pero bien hecho - Sarae imponente como siempre resaltaba su nivel social, al parecer ambos eran afines - A dónde vamos está algo más caluroso.

- ¿Estamos muy lejos? - Bill se quitó su chamarra de cuero negra - ¿Por qué se fue tan lejos él?

- Decisiones que tomó y le corresponden a él explicarte... Hace aproximadamente dos meses que se fue.

- ¡¿Dos meses?! - Bill se sorprendió - Pero si el mes pasado me respondió.

- No, no lo hizo. Lo hice yo, mi hermano ha buscado tanto por este sueño y no quería perdieran comunicación, lamento haberte respondido sin avisarte, yo fui quien te dijo que yo te vería aquí hoy- ella iba algo incómoda también, aunque debido a su educación sabía que una mujer no debía de dejar notar sus emociones y mucho menos frente a un hombre desconocido.

- ¿De verdad te parezco alguien de un sueño? - preguntó curioso y muy interesado en el tema.

- Muchísimo... Eres muy guapo, Bill y, eso ya es increíble.

- Tú también, tú eres el tipo de chica al que le coquetearia mi hermano - se sonrojó - Es verdad, él quedaría encantado contigo también.

- Supe de que habías tenido contacto con mi hermano porque al mes siguiente llegó tu segunda carta a casa, pero él ya no estaba.

- Gracias por tu consideración.

El resto del camino fue en silencio. Dos bellezas se encontraban y sin embargo, ninguna de las dos cedería ante la otra.

Por la noche cuando se estaban aproximando a Cheatan, Bill quedó perplejo de lo que sus ojos miraban y fue inevitable que Sarae lo notara.

- Sarae este lugar es muy pobre ya quiero escuchar porque Cheetan vino hasta acá - sus ojos estaban abiertos como platos- Me sorprende que quisiera estar aquí.

Sarae se limitó a no responder.

*****

Cheatan se preparaba para dormir cumpliendo su rutina de ir a contemplar las estrellas cuando escuchó la voz de Kalih junto a otra que conocía perfectamente por lo que se levantó de inmediato y corrió a dónde provenían las voces, gran sorpresa se llevó cuando miró quienes estaban ahí.

No fue el único sorprendido, había dos personas más ahí con una sorpresa similar pero él aún no sabía identificar que tipo de sentimientos emanaba cada una.

*****

Bill

El sitio es terrible, yo sabía que este era un lugar de tercer mundo pero jamás lo imaginé de esa manera, mi guardia incluso se había quedado arriba del auto que nos siguió (y creo Sarae no detectó) era inhumano, desagradable... Sin duda el tercer mundo era terrible.