Capítulo 23

7 1 0
                                    


"La tristeza es una de las vibraciones que prueban que estamos vivos".
(Antoine de Saint-Exupéry)


- ¿No es bellísima mi nueva adquisición aquí? 

Unos lindos ojos color café me miraban con su singular interés y brillo, sin embargo, en esta ocasión podía sentir que algo pasaba. Miré como paseaba de un lado a otro en esta maravillosa casa. 

- Muy linda, Bill. De hecho bastante.- respondí desinteresado.

- Estoy seguro que jamás habías visto tanto lujo junto. 

- Nunca pero algún día lo haré. 

- Lo haces ya conmigo... ¿Qué más quieres? 

- Qué dejes de pretender que lo más valioso en el mundo es el dinero porque no es así. 

- Alguien sin dinero es muy simplista.- Suspiré, durante todos estos años he aprendido que esta conversación no llegará a nada.- ¿No lo crees? 

- Si así tú lo dices, así será.- miré hacia la ventana, el letrero indicando que nos encontramos en "Hollywood" resaltaba. 

- En esta ocasión celebrarás conmigo pero no creas que así será siempre y más aún ahora que vivo en la ciudad de mis sueños.

- Lo comprendo perfectamente, Bill.- el aludido sòlo me mirò extrañado.

- ¿No te ha generado un problema en tu mente?- se acercó a mi con sumo cuidado.

- Ninguno.- mirè su entrecejo fruncido denotando su sorpresa.- ¿A ti te genera alguno? 

- Alguno sì.- se sentò en mi regazo y me rodeò con sus brazos vièndome de frente.- Te he notado algo diferente ¿Ocurre algo?

¿Cómo se supone que debería de responder? Considerè siempre que es bastante evidente que sucede y decido sòlo permitirme admirar esos lindos ojos cafè tan cerca de mì y no pienso nada màs en absoluto.

- ¿Tù crees que debería de ocurrir algo?

- Pensè que me reclamarìas el haber modificado un poco mi modo de vestir, peinar y maquillar, si te das cuenta ya utilizo menos pintura sobre mi rostro.

- No tendrìa porque criticar u opinar sobre lo que te gusta o eres… Sòlo he notado que utilizas menos colores oscuros.

- Aquí no siento la necesidad de mostrar una cara que no sea la mìa.- acercó sus labios a los míos y, como siempre, las mariposas màgicas que revolotean alrededor de èl cada que lo hace al besarme.- Ahora puedo besar a un hombre con libertad.

Eso es cierto, he visto montones de veces cuantos chismes hay sobre tus relaciones esporádicas con hombres en California…

- Cheetan quiero tener sexo contigo.- Su voz resonaba en mi cabeza.- Como tantas veces lo hemos hecho…

Una vez más estábamos aquí, cumpliendo un sueño… ¿Mio? Claro que no, el sueño de Bill a quien por cierto, se le daba muy bien usar los atributos que al nacer se le otorgaron, tenerlo en esta vista era algo de lo cual jamás podrìa cansarme… Sus labios enrojecidos al igual que sus mejillas, su mirada lasciva, su frente cubierta de sudor…

- Siempre me ha gustado mirarte de este modo.- le ayudè a levantarse luego de terminar ambos para sentarlo en mi regazo y abrazarlo por la cintura.- Tu sonrisa me encanta.- comencè a acariciar con cariño las comisuras de su boca.

- Cuido mucho mis dientes para no lastimar a los hombres con quienes los uso.- soltò sin màs.

- Me agrada ver más tu sonrisa que sólo tus labios enrojecidos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un amor pragmático.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora