"¡AUCH, ESTOY HERIDO, QUE ALGUIEN ME AYUDE ANTES DE QUE ME MATE!" gritó en voz alta y no pude evitar reírme.
"¡Cállate, todo el castillo puede oírte!" Dije y traté de levantarlo.
"¡Ese es el punto! Eres un ser peligroso", afirmó, pero me deja levant...
Me desperté cuando las primeras personas comenzaron a filtrarse en la sala común. Todavía era temprano, pero me sentía bastante despierta, aunque no había dormido tanto.
Me senté y traté de poner mi cabello en una forma un tanto decente, usando mis manos.
"Buenos días amor", escuché y miré hacia un lado. Fred se estaba despertando lentamente, con los ojos aún cerrados, pero con una sonrisa en su rostro.
"Buenos días", le dije y le di un beso rápido. Estiró los brazos y bostezó.
"¿Dormiste bien?" preguntó y yo asentí.
"Fantástico. Me voy a vestir. Te veo en un rato", dije y me puse de pie. Me dirigí a mi dormitorio donde mis amigas se estaban despertando.
"Veo que alguien no ha dormido en su propia cama esta noche. Traviesa", dijo Angelina y puse los ojos en blanco.
"Cálmate Johnson. Dormimos en el sofá", le dije y me lavé los dientes. Usé el hechizo que Alicia me había enseñado para arreglar mi cabello y lo até en una cola de caballo.
"Cedric preguntó por ti ayer, pero ya te habías ido", dijo Alicia. "Necesitaba verte."
"Hmm, iré a buscarlo después del examen. Necesito desearle suerte para mañana", le dije.
"Vamos a desayunar. Me muero de hambre", dijo Katie y abrió la puerta. Todos nos dirigimos al Gran Comedor.
Vi a Cedric en el desayuno. Hice contacto visual con él y le dije que me esperara después del desayuno.
"Estará bien, educada en casa, relájate", dijo Fred y le dio un mordisco a su manzana. Suspiré y asentí.
"Nunca se sabe", dije y me mordí las uñas.
"Oye, aunque no me gusta, él puede manejarse solo", dijo.
"Bueno, voy a hablar con él, te veré cuando comience el examen", dije y me levanté de la mesa, saliendo del Gran Comedor.
"Pensé que tenía que ir a arrastrarte lejos de Weasley yo mismo", dijo Cedric, apoyándose contra la pared opuesta a la entrada del Gran Comedor.
"¿Cómo estás?" Yo pregunté.
"Estoy bien", dijo, lo cual era una completa mentira.
"Está bien tener miedo, ¿sabes? Me volvería loca si estuviera en tu lugar".
"Eso no ayuda", dijo y me reí.
"Lo vas a hacer muy bien, no te preocupes. Y una vez que hayas ganado ese premio, será mejor que trates tu apoyo moral con una cerveza de mantequilla". Agité mi cabello y sonreí.
"Lo haré. Sin embargo, Durmstrang es un problema", murmuró.
"¿En qué lugar está?"
"Segundo, ¿por qué?" preguntó confundido.
"¿Y tú?"
"Primero."
"Exacto". Me crucé de brazos y él puso los ojos en blanco riéndose.
"Gracias. Me tengo que ir. Tengo mucho que preparar", dijo con una media sonrisa.
"Buena suerte". Lo jalé en un abrazo y él hizo lo mismo.
"Este no va a ser el último, ¿de acuerdo?" Dije y no pude evitar ponerme un poco triste.
"Más vale que no sea así", dijo, guiñó un ojo y luego se fue.
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Estaba parada en las gradas frente al enorme laberinto con mis amigos. Fleur Delacour se había retirado de la última prueba cuando solo llevábamos unos veinte minutos y Krum acababa de ser recogido. Estaba bajo la influencia de algún tipo de maldición, lo cual era espeluznante. De repente, vimos un destello azul proveniente de algún lugar profundo del laberinto y todo quedó en silencio.
"¿Encontraron la copa?" Alguien susurró, pero no pasó nada. Si alguien hubiera encontrado la copa, lo habrían traído aquí de inmediato.
Tuvimos que esperar otros quince minutos antes de que sucediera algo y, oh, cómo deseaba esperar mucho más que eso.
Vi un destello, luego dos personas y una copa azul brillante, iluminando el cielo ya oscuro. Estallé en aplausos cuando vi la camisa amarilla de Cedric, pero me detuve rápidamente cuando vi la mirada aterrorizada en el rostro de Harry. Mis ojos estaban escaneando la situación frente a mí. Los gemelos me empujaron hacia adelante para saludar a los ganadores, pero mis ojos no abandonaron la escena.
Cedric estaba acostado en el suelo, con los ojos abiertos.
Por un segundo pensé que podría haber estado petrificado, pero una mirada a la cara manchada de lágrimas de Harry me dijo que ese no era el caso.
Mientras mi mente aún estaba procesando todo lo que estaba pasando, la multitud se quedó en silencio, Dumbledore trató de alejar a Harry de Cedric y la orquesta en la parte de atrás paró su música.
Alguien me empujó hacia un lado, lo que me trajo de vuelta a la realidad. Miré hacia arriba y vi la cara de asombro del padre de Cedric. Cedric Diggory, mi mejor amigo, acababa de morir.
"Un niño acaba de ser asesinado", escuché, solo confirmando lo que estaba pensando.
Sentí el brazo de Fred alejarme de la escena, pero lo empujé y corrí hacia Cedric. Oí que me llamaban por mi nombre, en algún lugar a lo lejos, pero lo ignoré.
Agarré su mano sin vida, que aún estaba caliente y la apreté con fuerza.
"Vamos, Cedric, no hagas esto", murmuré mientras seguía llorando. Sentí una mano en mi hombro y miré enfada. Dumbledore me miraba lastimosamente, pero con severidad.
"¡Mantente alejado de mí!" Le grité y volví a mirar a Cedric.
Harry fue apartado de Cedric y pronto yo también lo fui. Traté de liberarme, pero el llanto me dejó demasiado débil para hacerlo.
Fui empujado hacia un lado, hacia otra persona. Miré hacia arriba y vi la cara horrorizada de Cho. Ella me miró, reflejando cómo me sentía y sin pensar, la abracé. Lloramos en silencio cuando empezaron a suceder cosas a nuestro alrededor. Todos los maestros comenzaron a juntar sus casas y todos fueron empujados lejos de la escena.
"Sierra", escuché detrás de mí. Me separé del abrazo y miré hacia atrás. Fred estaba parado allí, luciendo derrotado. Cho fue apartada por sus compañeros de Ravenclaw y no supe qué hacer.
"Ven aquí", dijo Fred y me abrazó.
El día que tanto había temido, el 24 de junio y lo que tanto temía, que uno de mis amigos se lastimara en el Torneo, se habían juntado. Mi mejor amigo murió el mismo día que mi madre hace un año. Ese abrazo fue el último abrazo que le daría y esas palabras fueron las últimas palabras que escuchó de mí.
