II

340 36 7
                                    

Finalmente, hoy volveré a ver a Roger.

Contrario a lo que yo creía, la cena no será en mi casa, sino en Le Petit Restro, un restaurante francés ubicado en el Callejón Prime, uno de los callejones más antiguos y ricos que se conecta al Callejón Diagon.

Después de salir de bañar, me pasé un buen rato buscando el atuendo perfecto, no solamente porque el lugar es un establecimiento de clase alta sino porque quiero verme bien para Roger. Mi cuarto estaba hecho un desastre, tenía ropa en cada superficie disponible; mi cama, mi escritorio, mi baúl, incluso tenía ropa en el suelo.

No es difícil de creer que mi papá no estaba muy feliz con el estado de mi habitación.

—¿Podrías explicarme por qué tu habitación parece como si un huracán acabara de pasar por aquí?

—¡Estoy intentando buscar el atuendo perfecto para esta noche!

—Eileen, solamente ponte cualquier vestido, tienes varios.

Resoplé, sacando otra blusa del armario y dejándola caer sobre la pila que ya estaba en el suelo.

—Papá, tiene que ser el vestido perfecto. No he visto a Roger en dos semanas, no voy a utilizar lo primero que vea.

Mi papá rodó los ojos, pero salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él después de pedirme que recogiera todo antes de irnos. Continúe sacando ropa del armario cuando finalmente mis ojos se fijaron en un vestido que ni si quiera sabía que tenía (gracias a mi tía Cissy que me compra ropa por montones); era uno de color verde esmeralda, las mangas eran largas y ligeramente transparentes, pero el resto del cuerpo era de color sólido, llegando hasta las rodillas.

Sonreí, definitivamente este era el vestido perfecto.

Después de buscar mi varita bajo la pila de blusas sobre mi escritorio, regresé toda la ropa al armario, viendo cómo estas se doblaban solas y se guardaban en los cajones, o viendo cómo se ponían por sí mismas en ganchos, para luego colgarse.

Miré al reloj; es medio día. Seguramente todavía tengo bastante tiempo para arreglarme e intentar ponerme un poco de maquillaje que mi tía Cissy me regaló hace unos días.

Ahora que lo pienso, no he hablado con mi tía Cissy desde... Desde hace un año, vaya. El maquillaje había llegado por correo, junto con una carta que no había querido abrir. El sentimiento de culpa comenzó a hacer aparición; ella siempre ha sido buena conmigo, casi como una madre y la primera vez en la que no concordamos en algo, lo primero que hago es ignorarla.

Me senté en la silla frente a mi escritorio, abriendo el cajón de en medio y moviendo varios papeles que tenía dentro hasta que encontré la carta, ligeramente doblada de las esquinas.

Querida Eileen,

Lamento que hayas tenido un año tan caótico, pero me alegra saber que estás bien, aunque Draco me contó qué fue lo que ocurrió al final del año... Conociendo a tu padre, sé que probablemente lo has escuchado muchas veces, pero lo que hiciste fue demasiado peligroso, no estoy escribiendo esta carta para regañarte, solamente para decirte que todos nosotros, tu familia, nos preocupamos por ti, y nos destrozaría saber que algo te ocurrió.

Te envío también un pequeño paquete de maquillaje, sé que nunca has mostrado mucho interés, pero nunca está de más tener algo por si acaso, incluso podría enseñarte si quieres.

Te amo mucho, Eileen, eres como una hija para mí y solamente quiero lo mejor para ti.

Con cariño,
Narcissa Malfoy

Eileen Snape y el Prisionero de AzkabanWhere stories live. Discover now