Roier& Cellbit (En Algún Momento Cambiaré El Título)

Conspiración

Somnoliento, el arácnido se despierta al sentir unos besos en su cuello, mejilla y labios. Sonríe tratando y trata de responder los besos, pero estos se alejan poco a poco.

.— Cellbit?— murmuró con su voz medio ronca. Al sentir que los besos ue recibía empezaban a bajar, alza lentamente la cabeza y nota un cabello negro desarregado.— Ahm... Que?— dijo tocando la cabeza y al alzarse nota que era Spreen. El oso solo le sonríe para volver a lo suyo.

Asustado, reacciona pateando al aire hasta despertar completamente del sueño.

Su agitada respiración le hacía saber que solo fue un sueño. Por qué soñaría con Spreen? Es entendible después todo lo que había sucedido. Pero ya había pasado la noche con Cellbit y aún así tenía ese tipo de sueños.

.— okey... Solo respira. No es nada malo.— se dijo así mismo. Se vuelve a acostar y al tratar de abrazar a Cellbit, nota que estaba abrazando un almohada.— gatinho?... Cellbit?— murmuró levantándose nuevamente y notar la ausencia de este.

Por otro lado, Cellbit estaba en su oficina en la favela, pensando en las palabras del pato. Principalmente en las que dijo antes de irse.

".—tu no eres él.  Y deberías saberlo. Trabajas tanto para mí como para la federación. Así que si no quieres perder credibilidad, será mejor que renuncies a la candidatura."

Después de eso habían sido interrumpidos por Roier, pero por qué esas palabras le molestaba en tanto?

Un suspiro y un quejido de su parte hace que se rinda.

.— debí terminar con él... No casarme. Soy un imbécil.— se dijo así mismo.

Un golpeteo en la puerta llama su atención. Al alzar la vista y ver al oso de lentes con esa maldita sonrisa, Cellbit no duda en asesinarlo con la mirada.

.— que haces aquí?

.— Roier te contó?

.— contarme que?

.— eso lo contaré como un no.— dijo acercándose.— se que trabajas para la Federación y toda esa estupideces. Pero por lo que tengo entendido, solo en ti puedo confiar. Bueno... Diría que en el otro más bien, pero eres lo más cercano a el que tengo.

.— de qué hablas?

.— eres el clon de Cellbit. Lo sé por qué tengo esto.— dijo entregándole el libro.

.— que es esto?

.— muchas preguntas y pocas respuestas, yo tampoco lo sé. Solo hay una página que dice que confíe en vos. Pero no sé si se trata de vos o del otro chabón. En fin, "anoté" algunas cositas para que estuvieras al tanto. Y una última cosa.— dijo colocando esa expresión que daba bastante miedo.— si le haces daño a Roier, lo haces llorar o tiene un solo rasguño de parte de vos, juro que no solo desearas estar muerto. Si no que toda la favela será convertía en un infierno.— dijo

Al escuchar esa amenaza, Cellbit le mira extrañado.

.— si trabajas para la federación, por qué reaccionas así cuando se trata de Roier? Te recuerdo que es mi esposo y tú un don nadie.

.— corrección.— dijo el oso.— vos sos el don nadie, por qué estás suplantando una identidad. Que hay detrás de ese disfraz? Pues nada. Solo una especie de máquina robótica que puede pensar por si sola.

.— je... Creo que te estás confundiendo. Yo no soy lo que tú dices.

.— si, claro.— dijo Spreen dirigiéndose a la puerta.— de igual forma, deberías pensarlo, no conoceré mucho a Cellbit, pero por todo lo que me contó Quaquity, se que no eres él.— dijo y se marchó cerrando la puerta.