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Yai despierta lentamente los rayitos del sol le dan en la cara sus pestañas y sus ojos se ven más claros.

—Hola— Mangkorn le acaricia el rostro suavemente.

Yai está algo confundido.

—Estamos en el paraíso?— Yai pregunta aún bastante somñoliento.

—Si estar contigo y nuestro hijo es el paraíso, entonces si— Mangkorn le sonríe.

Yai deja caer algunas lágrimas.

—Donde está?— Pregunta Yai.

Al tiempo su padre se acerca con el bebé en brazos este está durmiendo porque acaba de tomar biberón.

—Esto es un sueño verdad?— Yai pregunta con temor de que así sea.

—No, te encontré en la casa te habías tomado bastantes medicamentos, por suerte te encontré a tiempo te hicieron un lavado de estómago, llevas dormido 3 dias— Mangkorn se sienta a su lado.

El padre de Yai arrulla al pequeño mientras se acerca a ellos para entregárselo.

—Donde estuvo todo este tiempo?— Yai pregunta mientras recibe a su bebé.

El pequeño es un vivo retrato de si mismo, es tan lindo e indefenso.

Los ojos de Yai dejan caer lágrimas por sus mejillas, su cuerpo tiembla por fin después de tanto tiempo puede cargar a su bebé.

El pequeñito bosteza y se acurruca más en el calor de Yai.

Yai no puede creer que la perfección exista y este en las palmas de sus manos.

—Tenemos que decirle Mangkorn— El padre de Yai mira a su nuero y a su hijo.

Yai aparta la mirada y mira a ambos alfas.

—Que sucede?— Yai aún se siente como en una especie de trance no sabe distinguir si es realidad o ficción.

—Cuando me dijiste que Arjo tenía un bebé, le dije a tu padre que la investigará, es hija única su familia es como la mía de escasos recursos, sus tíos no están cercanos a ella por lo que la posibilidad de un bebé era nula— Mangkorn guarda silencio unos momentos.

Yai no necesita ser un genio ya todas las piezas encajan, Arjo tenía a su bebé.

—Cuando los encontré no quise preguntar nada, estaba en shock lo único que quería era irme con nuestros hijo, cuando me calme llame a la policía— Mangkorn. Se fue a su casa si capturaban a Arjo o no ya no era su problema lo único que quería era ir en busca de Yai.

—Como pudo ella hacer algo así?, Por qué?— Yai no entiende nada.

—Por nine— su padre habla.

Yai se queda helado.

—Nine la convención para llevarse al bebé, lo registraron a su nombre ahora mis abogados están anulando ese asunto, por otra parte Nine es un loco bastardo que no solo planeo secuestrar a tu bebé si no que también se comenzó a liar con gente tan despreciable como el, al final estafo a muchos y su prestigio ya no es nada, lo encontraron tratando de huir del pais— su padre se queda serio.

—Ojala se queden toda su vida en la carcel— Yai acerca a su bebé y por primera vez le da un besito para que se sienta protegido.

El pequeño bebé hace una pequeña mueca de sonrisita.

—En cuánto te sientas mejor tendremos que prepararnos para el juicio, quiero que sepan que no estarán nunca solos, los protegeré así tenga que matarlos con mis propias manos— Mangkorn abraza a Yai cubriendo también al pequeño bebé.

Labios sabor Cereza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora