Capítulo 5.

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Día del Padre

A primera vista Aaron podía parecer un hombre serio e imperturbable, de esos que jamás sonreían o decían un cumplido a alguien, pero cuando uno se tomaba la molestia de conocerlo las cosas cambiaban. Su equipo sabía, por ejemplo, que era un jefe comprensivo y protector, que se preocupaba por el bienestar de todos. Cierto que le costaba decir cumplidos o ser abierto con la gente, pero era por timidez y no por frialdad; cuando era necesario era capaz de mostrar su lado amable, cariñoso incluso, ya que a pesar de los golpes recibidos por la vida era un hombre feliz. Feliz porque tenía un hermoso hijo de cinco años, Jack, a quien quería con locura, y en el último año tenía también un novio, el primero desde que enviudara y el hombre con quien quería pasar el resto de su vida: Spencer Reid.

-Chicos, ¿les falta mucho?- preguntó ante la puerta cerrada del cuarto. La vocecita de Jack le respondió seguida de la no menos divertida voz de Spencer:

-¡Prometiste esperar a tu sorpresa, papá!

-Sí, y las promesas se cumplen mi amor, ¡así que te esperas un poco más!

Suspiró, divertido por lo bien que se comunicaban su hijo y su novio, y regresó a la sala a beber una copita y esperar a que terminaran de cambiarse. Iban a tener una cena familiar en un lindo restaurante italiano, donde servían exquisita pasta y el menú infantil incluía unas tarjetas coleccionables de personajes animados. Spencer había descubierto ese sitio semanas atrás y lo había apuntado como un posible lugar de reunión para los tres, teniendo en cuenta que a los niños de la edad de Jack les gustaba coleccionar ese tipo de cosas. Amaba eso de él, que pensara en Jack además de en ellos mismos. Contrario a lo que hubiera creído antes, Spencer estaba resultando un magnífico padrastro.

Spencer trabajaba para él, o mejor dicho con él, en una unidad especial del FBI. Joven y brillante pero muy antisocial, su relación no había trascendido más allá del trabajo durante años. Tuvo que ocurrir una desgracia para que sus ojos se abrieran y notara lo mucho que le importaba Spencer, que fue cuando al joven lo secuestraron. En un trabajo como el suyo el peligro era una constante y él había aprendido a lidiar con eso, pero en ese momento no pudo soportarlo, la idea de no ver a Spencer nunca más se le hizo insoportable. Al recuperarlo sintió un alivio tan grande que comenzó a cuestionarse lo que estaba sintiendo.

"Spencer fue tan paciente conmigo. Años de tratarnos como colegas, para que de repente lo rondara como un novio preocupado pero sin decirle lo que sentía. Debió pensar que era un tonto por no pedirle de una que fuéramos pareja" pensó riéndose de sí mismo y de su torpe forma de iniciar aquella relación. Por suerte todo aquello había pasado y ambos habían logrado conectar muy bien tras el secuestro, abriéndose el uno al otro, haciéndose compañía, compartiendo momentos fuera del trabajo hasta sentirlo como algo natural y desear que fuera siempre así. El día en que logró vencer sus temores para pedirle que fuera su novio formal fue sin duda el día más feliz después del nacimiento de su hijo, porque Spencer le había dicho que sí.

-¡Chicos, se nos hará tarde si no se apuran, dejen la sorpresa para después…!

-No es necesario, ¡ya estamos listos!- anunció Spencer haciendo un gesto teatral con los brazos, mientras Jack lo imitaba. Aaron se quedó agradablemente sorprendido al verlos, pues además de lucir adorables en sus respectivos trajes llevaban corbatas idénticas, rojas con pintas azules. Con cariño se acercó y les revolvió el pelo a ambos, dándole además un casto beso a Spencer en los labios.

-¿Esas corbatas son las que han estado haciendo toda la semana pasada, verdad? ¡Les quedan muy bien!

-García me consiguió un excelente tutorial de costura, ¡así que tenía que intentarlo! No es mucho, pero quería hacer algo con Jack para que usáramos a juego en este día del padre.

-Y también hicimos una para ti, papi- intervino el pequeño orgulloso, sacando otra corbata igual del bolsillo de Spencer y dándosela a Aaron, quien se tapó la boca un segundo para no dejar escapar un sonido ahogado.

-¿Hicieron una para mí, en serio? Creí que solo querían hacer una actividad juntos de padre e hijo… y…

-Papá Spencer es muy bueno conmigo y lo quiero mucho, pero tú eres mi papá verdadero- aclaró Jack, haciéndolo lagrimear todavía más.- Por eso le pedí que pensara en un regalo que pudiéramos usar los tres. 

-Porque es un regalo del día del padre pero también es un símbolo de que ahora somos familia -añadió Spencer abrazándolo, abrazo al que se unió el pequeño Jack y que los tuvo a los tres por un buen rato en la misma posición. Aaron prefería llegar tarde al restaurante que romper ese momento, tan puro y tan especial que le costaba pensar en otro mejor.

-Me cambiaré de corbata ahora mismo- dijo, feliz.- Ha sido el regalo más lindo que podían haberme dado, saben. Eso y su cariño. ¡Son la mejor familia que podría haber deseado tener!

 ¡Son la mejor familia que podría haber deseado tener!

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Spencer x Aaron (Diálogos y Drabbles)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz