Cosas De Divorcio [Hyunin] ADAPTACIÓN

11. Aceptación

La marca comienza a desaparecer; deberían estar felices, pero por alguna razón se replantean el separarse de nuevo.

Se sienta en la cama. Lo hace en silencio pues, el Alfa sigue durmiendo a su lado. Durante la madrugada tomó como excusa el frío para dormir junto al Omega, pero la verdad se sentía muy solo en el colchón inflable.

Recarga sus brazos en ambas rodillas, y coloca ambas manos en su cabeza. Quiere convencerse de lo contrario, pero todas las opciones llegan al mismo punto; Hyunjin.

-Innie, vuelve a dormir, aún es temprano..- murmura con voz ronca el Alfa, apresando desde atrás la cintura del Omega.- ¿sucede algo?

-¿Crees que será prudente separarnos?- Hyunjin se queda callado, pensando.

-Si te soy sincero, no quiero separarme otra vez de ti- dice sobre su cuello, antes de besar castamente la marca casi imperceptible.

-Entonces, ¿eso significa que volveremos a casarnos?

-Innie, ya somos dos adultos; ya no estamos en edad de buscar títulos, solo hay que volver a usar los anillos y mandar las legalidades a la mierda.- escucha la risita de su pareja, y lo recuesta para posarse sobre su cuerpo.

-Tú nunca cambias, sigues siendo ese adolescente rebelde- menciona divertido Jeongin, pasando sus bracitos por detrás del cuello contrario.

-Y sigo siendo ese adolescente rebelde que sigue locamente enamorado de ti- lo besa, transmitiendo todo lo que la palabras no pueden.

De tierno se volvió pasional, con ambas lenguas recorriendo ambas cavidades que tanto conocen. Hyunjin toma sus muslos, y separa ambas piernas demostrando sus claras intenciones.

Hubieran continuado, pero un aroma particular invadió sus fosas nasales.

-¿Qué es ese olor? -cuestiona Jeongin, y cierra sus ojitos para agudizar sus sentidos, al igual que Hyunjin.

-Pino...

-Lluvia...

-¡Yeji!- exclaman ambos.

Se levantan y van al cuarto de su hija mayor lo más rápido que pueden. Al entrar, sus sospechas son confirmadas.

-¡Papi, papá! ¿qué me pasa?- pregunta Yeji, alterada por todo el aroma que desprende y las sensaciones que invaden su cuerpo.

-Es el celo, hija- contesta el Alfa, feliz porque al fin su lobita se haya presentado.

-Uff- el Omega cubre su nariz, pues detecta el aroma propio de un Alfa.- y por lo que veo es intenso; me voy, iré despertar a los niños- cierra la puerta, dejando a ambos Alfas dentro de la habitación.

Hyunjin pasa el resto del día junto a su hija, dándole los consejos básicos. Luego tendría tiempo de renovar el lazo.