𝐍𝐎𝐕𝐈𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄 ll Spreen

21. Cita

Ivan se quedó una semana más después de Los Esland en mi casa.

Después de aquella escena en el evento las cosas se descontrolaron, hubo gente que apoyo nuestra relación y otra que obviamente me tiro hace a mí, al comienzo fue raro, era algo que usualmente pasaba a la pareja de cualquier chico famoso, pero odiaba que el acoso solo sea a las mujeres.

Quisimos alejarnos de los problemas y tenerla cita antes de distanciados nuevamente.

Fuimos a una pequeña finca y recorrimos los alrededores en caballos, para después tener un lindo picnic.

Mi teléfono vibro nuevamente, mire la notificación y rodé los ojos, deje el teléfono a un lado y seguí comiendo, pero mis ánimos cambiaron.

—¿Está todo bien? — pregunto el chico frente a mí.

Levante mi mirada y fingí una sonrisa.

—Sí, todo está bien — seguí comiendo.

—Amor, no tienes que mentirme, se que arrugas tu nariz cuando estás enojada — dio un pequeño golpe con su dedo en la punta de mi nariz y reí nasalmente — Tus problemas son mis problemas.

—No quiero que hablemos de este tema cuando es un día lindo y decidimos no hablar de lo mismo — comenté bajando la mirada.

—¿Te siguen acosando? — cuestionó, lo miré apenada y asentí lentamente — Cuando llegue a Argentina haré un directo y de lo primero que hablaré es de esto — tomó mi mano y dejo un beso en ella — Te lo prometo, no quiero verte triste.

—Así es cuando decides hacer tu relación pública y la de nosotros siempre estuvo al ojo público — mencione sin desanimarme — Pero está bien, lo gente siempre va a hablar.

Ivan dejó salir un suspiro, se levantó y fue a mi lado.

—Sabes que es lo que más odio de todo esto — habló y lo miré con curiosidad — Que digan que vos sos la suertuda por tenerme, cuando no es así — me miró con esa hermosa sonrisa — Yo soy el que tiene suerte de tener una chica tan espectacular — me atrajo a su cuerpo y enrolle mis brazos por su torso.

—Eres un gran chico Ivan, nunca me cansaré de decirlo, nunca me habían tratado así de bonito y la verdad me da miedo porque siento que eres muy bueno para mí — confesé.

—Mira vos, yo creo que es más al revés — levante mi rostro y nuestras miradas chocaron — Eres el alma más pura que he conocido, Juliet, de verdad tu das felicidad a todos, siempre te muestras tan alegre, sin problemas, es raro verte mal, estas para todos, te preocupas porque todos se sientan cómodos y no excluyen a nadie, eres un sol — dejo un beso en mi cabeza — Eres el sol de mi vida.

☆[...]☆

La noche llegó rápidamente y la verdad ya teníamos irnos para mi casa, pero estar en el medio del campo viendo las estrellas con tu persona favorita era mejor que cualquier cosa.

Ivan y yo nos habíamos abierto a temas que nunca antes pensamos hablar.

Me sentía segura a su lado, sabía que él no podía juzgarme.

—Cuando tenía 14, mamá estaba embarazada de Lu, tenía ya casi unos seis meses y para ese entonces mi padre estaba vivo — mencioné con nostalgia — Él fue mi primer amor, era un hombre increíble, siempre viví enamorada de su historia con mamá, de seguro él y tú se hubieran llevado muy bien — Ivan dejó un leve apretón en mi mano.

—¿Y qué le paso? — preguntó con cierto tono de temor.

—Fue un accidente — murmure — Era un miércoles, me pelee con una hija en el colegio y le partí el labio entonces citaron inmediatamente a mis padres — deje salir un suspiro — Mamá y Papá veían al colegio, pero se demoraron mucho, pasaron horas hasta que mi tío materno fue a buscarme al colegio, se veía desesperado, apenas me vio me abrazo y esa sensación rara se hizo presente.

Mire a Ivan el cual ya me observaba desde hace rato, el chico me dio una pequeña sonrisa.

—Imaginé miles de cosas excepto que ellos se habían accidentado, mamá estuvo muy grave y casi pierde a Lu, y papá... pues él murió — Volví a mirar las estrellas — Una vez él me dijo que "Las estrellas quemas brillan son las que están muriendo", siempre me pareció interesante, él siempre brillaba... hasta que se apagó.

—¿Aun lo extrañas?

—Cada segundo de mi vida, cuide de Lu para que no sintiera se vacío de no tener un padre porque de cierta forma me sentía culpable, ya sabes... si no me hubiera peleado con esa chica ellos nunca hubieran ido a mi colegio y todos seríamos felices — me giré nuevamente y esta vez abracé a Ivan — Pero lo supere, entendí que no fue mi culpa, tenía 14 años y no era capaz de predecir eso, pero todavía duele, aparte la vida me dio un nuevo Padre.

—Eres muy fuerte — mencionó el chico sobando mi cabeza — Te admiro mucho.

—A veces tenemos que intentar ser fuertes por otras personas — el argentino asintió.

—¿Y qué estrellas crees que es tu papá? — pregunto el chic viendo el cielo y sonreí — ¿Qué?, yo también creo en lo que te decía tu padre.

Reí levemente.

Alce mi mano y señale a la luna.

—¿Ves esa estrella que está más cerca de la luna?, no la que estaba abajo porque ese es Venus, es la que está un poco más arriba chiquita, pero con un resplandor fuerte — escuché una afirmación por parte de mi acompañante — Tiempo después descubrí que esa estrella apareció el día que él falleció.

—¿Crees que tu papá nos esté viendo ahora mismo? — cuestionó Ivan — ¡Señor, amo a su hija y prometo cuidarla siempre! — grito al aire y reí.

—¿Qué haces? — pregunté entre risas.

—Quiero que tu papá sepa que estas en buenas manos y que pienso darle a esa pequeña niña aquella historia de amor que siempre idealizo.

Me separé de Ivan y lo miré con nostalgia.

—De verdad te amo, Ivan — hable.

Nunca había sido tan sincera, estaba segura de mis palabras, yo verdaderamente amaba a aquel chico de pestañas lindas, me hace sentir tan segura de mi misma y logro que aquellas mariposas de mi estómago volvieran a aparecer.

—Y yo te amo, Juliet, estoy locamente enamorado de vos.

El argentino agarró mi rostro con cuidado y acaricio mis mejillas, estábamos a punto de besarnos cuando un pequeño colibrí apareció colándose en mi cabello.

—Creo que este pequeño amiguito nos vino a hacer compañía — mencionó Ivan y sonreí.

Sé que eres tu...