𝐍𝐎𝐕𝐈𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄 ll Spreen

24. Tenemos que hablar

Las cosas se habían calmado o eso pensábamos Ivan y yo.

Un par de meses y las cosas en Internet se descontrolaron por las polémicas que había gracias a los videos de Dalas.

Lo peor de esto, es que Ivan dio una opinión del tema y el YouTuber se encargó de decir en sus redes sociales que iba a hacer un video para el argentino.

La verdad es que a Ivan lo tenía sin cuidado todo ese problema, él sabía que no había hecho nada malo y si lo hizo en el pasado ya se disculpó.

Y aunque intentábamos estar los más suelto de redes sociales era casi imposible no saber lo que pasaba.

—¿Ya me vas a mostrar lo que estas dibujando? — pregunté.

Ivan estaba en mi computadora, estábamos por video llamada.

—Eres impaciente, solo unos segundos, estoy terminando los detalles — contestó.

—Está bien.

Tomé otra fresa y la cubrí de nutella para luego darle un mordisco.

—Listo — anuncio el chico.

Dirigí nuevamente mi mirada a mi laptop.

La pantalla mostraba el cuaderno de dibujos de Ivan y un pequeño dibujo donde salía yo con un gatito en brazos.

—Está lindo — mencione enternecida — ¿Y ese gatito?

—Juliet, hay algo que quiero hablar contigo.

Me tense al escuchar su tono serio.

—Tenemos que hablar de algo serio.

Reí.

—Perdón, es que no puedo estar seria, me da risa — me disculpe — Dime.

—Llevamos cinco meses de novios, bueno y unos días más, así que te quiero proponer algo.

—Y eso es...

—Vente a vivir conmigo — dijo sin más.

Me sorprendí.

—¿Esto es una broma?

—No, de verdad, quieto que vengas a Argentina y vivamos juntos, que adoptemos un gatito cuando vayamos en unas semanas a España para La Velada.

Ningún sonido salía de mi boca, seguía sorprendía.

Mudarme a Argentina es una locura.

—Pero Ivan...

—Imagina esto — me interrumpió — Salimos a hacer las compras juntos, me puedes robar las camperas que queras, vos cocinas y yo te veo porque yo quemo todo — reí — Criaremos un gatito juntos, podre verte todas las mañanas al levantarme y tendríamos nuestro hogar, ¿Qué te parece?

—Amor, me encanta la idea — una sonría apareció en su rostro — Pero...

—Siempre tiene que haber un pero — se quejó.

—Pero mi vida esta México, mi familia, la mayoría de mis amigos y mudarme a Argentina es un cambio demasiado drástico — explique — ¿Me entiendes?

—Te entiendo de verdad, se que es re complicado todo, pero pensalo ¿Si?, de verdad me encantaría que te mudaras conmigo — habló casi en forma de súplica por su tono — Aún falta un mes para La Velada, prométeme que los a pensar.

—Te lo prometo — afirme.

—Te creo — sonrió de vuelta — Ahora, ¿Cómo te gustaría que se llamara el gatito?

Negué con una sonría en el rostro, sabía perfectamente que no me iba a dejar de insistir con ese tema hasta que tomara una decisión.

☆[...]☆

– Una semana después... –

—¿Ya me vas a decir eso que es importante? — pregunto Ivan a través de la llamada.

—No seas impaciente — contesté con diversión mientras terminaba de apagar todo en mi set up.

Salí del pequeño cuarto para ir a mi habitación.

—Ahora sí, dame un segundo que voy a ver algo.

—Pero apúrate, flaca — mencionó con un tono de desesperación.

Fui directamente por mi cuaderno donde tenía todo anotado.

—Volví — anuncié y Ivan levantó su mirada — Preparé todo un discurso para esto.

—Ya, decilo rápido que me muero de intriga.

Abrí el cuaderno y comencé a leer.

—Ivan, acaba de pasar una semana desde que me pediste que nos mudáramos juntos, no has dejado de insistirme cada día para saber si ya tengo una respuesta y al fin el día llego — mire al argentino y una sonrisa se reflejó en su rostro — Hablé con mis padres y con mis amigos para tener una opinión, sinceramente no me sentía segura y aun me da miedo porque no sabemos que pueda pasar en el futuro, pero ahora que he analizado y meditado mucho la situación, quiero decirte que lamentablemente... tendrás que soportarme todos los días porque me iré a Argentina.

—¿Posta? — preguntó mientras se levantaba de su asiento y asentí con una sonrisa — Amor, si estuvieras justo frente a mi te besaría, de verdad, gracias, sé que es una decisión muy difícil de tomar.

—Estoy dispuesta a hacer todo por ti, Ivi — su sonrisa se ensancho y sus ojos se achinaron — Mañana empiezo con el papeleo, así que si todo sale bien en un mes viviremos junto.

—Ay, amor, soy el hombre más feliz, te lo juro — su tono de voz era completamente de felicidad.

—Bueno, ahora si podemos andar pensando en el nombre del gatito — mencione y su mirada se llenó de ilusión.

—Sí, sí, ¿Qué te parece...