A beautiful Lie - Tom Kaulitz (traducción) (En Pausa)

cap 6

Sabía que verla por primera vez iba a ser difícil, sabía que iba a necesitar cada centímetro de control para evitar correr hacia ella, para demostrarle que todavía estaba aquí y que iba a por ella, pero que tenía no tenía idea de cuánto me iba a desgarrar por dentro. Era hermosa, tan hermosa como la recordaba, pero verla con ese vestido rojo ajustado me hizo mucho más difícil mantenerme bajo control. En el momento en que puse los ojos en su suave piel pálida, cabello largo y rojo y ese vestido ajustado, fue como si algo que estaba muerto dentro de mí hubiera vuelto a la vida, el deseo.

Estaba tan ajena a que yo estaba allí, pude ver mientras sus ojos escaneaban la multitud, pero no tenía idea de que yo estaba aquí, que estaba tan cerca. Parecía tensa, como solía lucir cuando la llevaba de viaje conmigo, su cuerpo estaba tenso y listo para cualquier cosa. Nunca olvidé cómo se veía, su rostro estaba grabado en mi cerebro, pero verla en persona de nuevo hizo que todas esas pequeñas cosas volvieran a mí. Recuerdo la peca justo debajo del ojo izquierdo y la marca de nacimiento en la parte inferior del estómago. Recuerdo cómo se sentía debajo de mí, la forma en que se movía su cuerpo.

Sacudí los pensamientos eróticos que habían entrado en mi mente y volví a mirarla. Observé como un hombre en el bar comenzaba a mirarla, sus ojos quemaban un agujero en su trasero. Mi reacción automática fue ir y golpear su trasero, arrancarle los ojos de la cabeza por mirarla de esa manera, pero sabía que tenía que mantener la calma, el lugar estaba lleno de lo que parecían ser los hombres de Roman. El hombre se levantó de su asiento y caminó hacia ella, con una ligera inestabilidad en su paso. Observé mientras ella lo soplaba, sus penetrantes ojos azules ni siquiera le daban la satisfacción de mirarlo, me hacía temblar de deseo.

"Entonces, ¿cuál es el plan entonces?" preguntó Georg a mi lado, sacándome de mi trance.
Me moví en mi asiento, tratando de evitar ponerme nervioso solo con verla, me aclaré la garganta y le hice señas para que me siguiera fuera del club, la miré por última vez, me dolía el corazón. como tuve que dejarla atrás, tuve que dejarla en el foso de los malditos depredadores sin mí, pero sabía que solo tenía una pequeña ventana para entrar al club y averiguarlo, no podía tentar mi suerte y arriesgarme a conseguir atrapado, lo pondría todo en peligro.

Nos abrimos paso por el callejón oscuro, algunos civiles borrachos vomitando sus entrañas y tropezando con el camino de piedra. Nos acercamos a un auto negro oscuro y entramos. Miré a Bill mientras se sentaba en el asiento del conductor, con una mirada de enojo en su rostro mientras esperaba que cerráramos las puertas.

Suspiré "No seas así Bill".

Resopló y echó a andar por el camino "¡Eso fue estúpido! ¿Qué pasaría si alguien te reconociera?" Me espetó ahora "¡Te habrían matado!"

"Pero no lo estaba, además nadie me reconocería ahora con esta barba". Bromeé, pero la realidad me golpeó fuertemente cuando me di cuenta de que no tendría ni idea de cuándo volvería a verla, si volvería a verla, quién sabe qué podría pasar entre ahora y cuando finalmente tengamos la oportunidad de entrar y tomarla. Ahora todo lo que podía hacer era rezar para que fuera lo suficientemente inteligente como para mantenerse con vida, y tenía mucha fe en ella.

***
Esta noche era la noche, por primera vez Roman me tenía trabajando en el club como prostituta. Me revolvió el estómago al pensar en lo que estaba por venir, la idea de que un hombre extraño me tocara hizo que mi piel se erizara y ya me imaginé después, restregándome la piel hasta que sangrara solo para tratar de obtener su olor. de mí. Contuve las lágrimas que gritaban por salir, Roman se enojaría conmigo si lloraba, si arruinaba el maquillaje de mi cara y no quería hacerlo enojar, no quería que me castigara. de nuevo. Me ha ido muy bien, reclutando mujeres en el club y en las calles con Angel, lo había complacido y por un segundo pensé que tal vez podría quedarme aquí, tal vez podría salir adelante, pero todo cambió cuando me lo dijo. Ángel esta noche lo que Roman tenía reservado para mí esta noche.