Capítulo 5

92 38 36
                                    

Miro el reloj del móvil y son las 3:00 am.

Me he despertado porque he tenido una pesadilla.

Siempre que tengo alguna, tengo que levantarme, tomarme algo y tomar el aire fresco.

Cuando me levanto, hago el menor ruido posible para no despertar a los chicos, bajo las escaleras y voy a la cocina ha tomarme un vaso de agua frío.

Las pastillas hacen un poco de efecto, pero no consiguen quitarme las pesadillas.

Bebo agua para refrescarme un poco.

Voy a mi habitación y me pongo un bikini rosa, bajo, enciendo las luces de la piscina y me meto de golpe.

Dios, que calor tenía.

Nado de punta a punta de la piscina durante un buen rato, cuando me canso, me voy al extremo de la piscina donde queda más lejos de una de las entradas de la casa.

De pronto oigo la puerta abrirse. Es Víctor, sin camiseta y con un bañador.

Conciencia: Joder, que bueno que está.

Se mete en la piscina y va donde estoy yo.

— ¿Un baño nocturno?

Asiento.

— Siempre que no puedas dormir, avísame.

— ¿Te he despertado? — Le pregunto.

— ¿Eso es lo que te preocupa?

Asiento.

— A mi lo que me preocupa es que no puedas dormir y tengas que tomarte pastillas que no te hacen una mierda.

— Si me hacen, pe...

— En las instrucciones pone, que no hay que tomarse más de una. El paquete estaba nuevo y ya te has tomado tres putas pastillas.

— Puede ser que cuántas más pastillas tome...

— No te tomes más de una. No es bueno.

— No me ha pasado nad...

— Pero te puede pasar, joder. Entiéndelo, no eres inmortal. — Me dice elevando el tono de voz.

Tiene razón.

— Lo siento, no quería gritarte, pero no quiero que te pase algo malo.

Nos miramos y lo abrazo con fuerza.

Siento cada músculo de su cuerpo tensarse durante un segundo, pero luego él también me abraza.

— ¿No nos habéis invitado a vuestra fiesta secreta? — Dice Óscar.

— No hay ninguna fiesta. — Digo poniendo los ojos en blanco.

— Desde ahora sí. — Pablo pone música con un altavoz a todo volumen y se tiran de bomba a la piscina.

— Son las tres...

— Shh. — Víctor me tapa la boca.

A la mierda los vecinos.

A la mierda lo que pueda pasar.

A la mierda el ruido.

A la mierda todo.

Víctor y yo nos sonreímos y todos nos empezamos a tirar agua y hacernos aogadillas.

Nos salimos y nos tiramos un montón de veces a la piscina que pierdo la cuenta, solo sé que me lo estoy pasando genial y que por un rato estoy siendo la niña que era antes.

Nos ponemos a cantar, a bailar y a saltar.

Cuando me iba a meter otra vez en el agua, escucho sirenas de policía.

Viviendo con los Bad Boys (Borrador)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant