I

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El invierno es frío, triste y blanco.

Odio el blanco, no tiene sentido.

El silencio es blanco y el silencio me hace daño.

Triste, aburrido, frío y sin sentido. Blanco.

Mamá nació en invierno. Un mes frío, un mes blanco.
Aunque ella era otoño: Débil, apagada, triste y pasajera.

Desde que nací me habían preparado para su fin.

Para el fin del otoño.
Para comenzar el invierno.
Para terminar el verano.

Mamá estaba condenada a muerte cuando tuvo una disputa con un mago, que con varita en mano no dudó un segundo en maldecirla.  Cada día estaba más débil, más enferma, más muerta.
Habíamos probado diferentes métodos y antídotos, pasando por curanderos hasta por las mejores manos, hasta que ya fue evidente que nada podría quitárselo. Ella suplicaba estar en casa con nosotros, sin embargo insistimos en seguir buscando algo para poder salvarla, todo esto en vano.

–Madre... Podemos encontrar algo estoy segura.

Supliqué agarrándole las manos mirándola directamente a los ojos.
Sin embargo ella lucía cansada de escuchar siempre lo mismo, agachó la cabeza y habló. –______ Ya lo hemos hablado.– Realizando débiles aspavientos con las manos. –Pero madre, p-podemos curarte...– Su mirada se volvió seria. –No quiero una cura– Tosió.– Quiero a mi familia.–

–Deja descansar a tu madre ______ porfavor.– habló esta vez la voz cansada de papá.

Asentí disgustada y abandoné la habitación cada vez más oscura de mis padres.

Toda esta situación me sobre pasaba. No soportaba ver a mi madre morir cada día y no poder impedirlo. Saber que un día no despertará.
Una lágrima deslizó por mi mejilla hasta caer al piso sin hacer ruido pero rompiéndose. Justo como haría mi madre en cualquier momento.

Tuve que abandonar Hogwarts cuando recién empezaba mi primer año. Papá requería ayuda en casa con mamá, y Justo en ese momento empeoró. No sabía si iba a volver, tampoco quería, no podía alejarme sin más.

–¡____! Baja por favor.

La voz de mi padre me sacó de mis pensamientos destructivos.

Bajé nuevamente hacia la habitación la cual era más fría que nunca, más triste que nunca.

–Hija esto no es vida para ti.– comentó mi madre seriamente. Arrugué el entrecejo y Pregunté. –¿A que te refieres, Madre?–
Papá apoyó una de sus manos en el hombro de mi madre y habló. –No sabemos  cómo te lo tomarás pero hemos pensado que será lo mejor para ti.–

Estaba tan confundida y pudieron notarlo.

–Ya es hora que vuelvas a Hogwarts.– Concluyó ella.

Mi expresión cambió drasticamente.
Estaba claro que mis padres y yo tenemos conceptos diferentes sobre que es lo mejor para mí.

–Pero no puedo dejarte, Madre.

–Algún día tendrás que hacerlo.

Iba a reprochar hasta que me cortaron.

–No hay más peros, ya está decidido. Winky te ayudará con tu equipaje.

No podía creer lo que estaba oyendo.  ¿Así sin más? Esto no puede ser cierto. Yo necesito estar con ella, no puedo dejarla sola.

– Partiras mañana.

–Además– Prosiguió mi padre. –Mañana es el comienzo de las clases tras el verano.

Negué con la cabeza.

–No... Puedo.

Mamá entristeció su cara pero fue firme.

–Si puedes, tienes que ser fuerte. Además solo te quedan dos años de clases, se pasará enseguida, y vendrás en todas las vacaciones y... –  Paró un momento.– Nos escribiremos todos los días si es lo que deseas, nos mantendremos en contacto.

Finalizó agarrando con suavidad mis manos entre las suyas.

–Si es lo que deseáis...–

Sin más subí a mi habitación al entrar Winky ya estaba guardando mi uniforme verde con corbata a juego en el baúl.

–Elfo de mierda.– Dije de repente, ni siquiera había tenido tiempo a pensar lo que estaba diciendo. El me miró y habló

–Winky siente interrumpirla, ama.– acto seguido abandonó la habitación corriendo.

Agarré mi uniforme y por un rato observé el logo de la serpiente verde entrelazada con los colores.

Más lágrimas derramaron mis mejillas.

No estaba preparada para volver.

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La Corona De Slytherin  Draco Y TnWhere stories live. Discover now