𝟼 - 𝑂𝑟𝑞𝑢𝑖𝑑𝑒𝑎𝑠 𝑁𝑒𝑔𝑟𝑎𝑠 🕸️

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—¡Mamá! ¡Mamá! Mira, es un disfraz de Spiderman.

«Que original», pensó Taehyung mientras amontonaba otra pila de ropa.

El niño tiró de su madre con fuerza hasta la estantería donde exhibían los disfraces de superhéroes y Taehyung quiso reír al ver la expresión de sorpresa de la mujer cuando se percató del precio de los trajes.

—Hijo, tal vez podamos pedirle a uno de tus primos que te preste su disfraz del año pasado.

El lloriqueo del infante no sorprendió en lo absoluto a Taehyung, y estaba convencido de que a la mujer tampoco. Seguramente se trataba de uno de esos irritantes niños caprichosos que estaban dispuestos a hacer una escena para obtener lo que sea que quisieran.

Cuando el llanto del niño comenzó a incomodar a otros de los clientes, Taehyung supo que era su momento de intervenir. Sin embargo, Yuna, la dueña de la tienda, llegó a su rescate. Con su cálida sonrisa y envidiable generosidad, ofreció a la mujer un descuento para comprar el disfraz de Spiderman.

Taehyung creyó que Yuna era demasiado condescendiente. Si esa fuera su tienda, definitivamente le habría pedido a la mujer que se llevara a su malcriado hijo a otro lugar.

—Guarda esas prendas a la bodega, Tae —le indicó una vez terminó de resolver la incómoda escena.

Tomó la gran pila de ropa que estuvo acomodando durante una agobiante hora y la trasladó hasta la planta baja. La tienda no era muy amplia, por lo que Yuna intentaba hacer todo el espacio posible para exhibir más disfraces. La temporada de Halloween era una locura, pero sin duda resultaba muy rentable.

Terminar ordenando prendas y estanterías no era exactamente la forma en que deseaba pasar ese mes, pero fue lo mejor que Taehyung pudo obtener en el sitio web de empleos temporales. Además, luego de ver al escandaloso niño, estuvo complacido de no haber aceptado la oferta de asistente de profesor en una escuela primaria.

Regresó al primer piso y Yuna le pidió colgar nuevos disfraces en la vitrina principal. Taehyung se sumergió en la tarea sin mucho interés. Primero, acomodó en un maniquí el disfraz sexy de bruja que estaba de moda; luego, se encargó de colgar los clásicos de La Casa de Papel, La Purga y Squid Game. Esos, sin duda, estaban en el top 5 de los más vendidos.

—No pareces muy animado con las festividades —comentó Yuna de repente—. ¿No te gusta el Halloween?

—No mucho —sacó otro disfraz de bruja de la caja y lo colocó en un perchero metálico—. Aunque, asistí a una fiesta temática el fin de semana.

La mención a aquella noche consiguió que sus mejillas se sonrojaran. Transcurrieron un par de días desde entonces, pero la imagen de Jungkook se negó a abandonar su mente.

No importaba cuánto lo intentara, siempre, al cerrar sus ojos, podía ver el cuerpo desnudo del mago posándose sobre el suyo y tomándolo con duras embestidas. Los recuerdos eran adictivos y su mente conseguía recrear con estricta precisión las intensas sensaciones.

—Parece que la pasaste muy bien en esa fiesta, Tae —comentó Yuna con cierto toque de diversión.

—Conocí a alguien interesante —admitió.

Jungkook era mucho más que una persona interesante. Ese hombre, de pies a cabeza, resultaba un espectáculo. Ardiente como el infierno y hermoso como un príncipe de cuento. Su existencia debía ser un insulto a los simples mortales que jamás estarían a su altura.

Volvió la atención a los disfraces, pero su mente continuó divagando a los sucios momentos que vivió en el apartamento del mago. Luego de besarse en el balcón con aquel fascinante paisaje de fondo, Jungkook lo llevó de regreso a la cama para hacerlo entrar en calor.

The Promise | KookV♡Where stories live. Discover now