Soundtrack #1 (Jenlisa)

Visita Sorpresa

Ambas chicas regresaban a su cómoda y agradable casa después de una tarde yendo de compras al supermercado. Habían comprado lo suficiente para las dos semanas de trabajo duro que tendrían y para el tiempo de convivencia entre ambas.

- ¡Que frio! -ingresaba primero Jennie, entre quejas nada desagradables para la otra-. ¡Ay que frio!

Lisa ingresaba detrás de ella, al ser más alta y con un cuerpo marcado por el ejercicio de pesas, Jennie le dejó a cargo de las bolsas de compras, mientras ella cargaría el ramo de flores moradas y la bolsa de regalo.

- Oye, préstame tu delantal. Voy a ponérmelo y te voy a sorprender con la forma en la que cocino.

- Por supuesto.

Ambas dejaban todo sobre la mesa, hasta que Jennie notó sobre ésta una caja familiar que no estaba desde la mañana en que salieron.

Una caja de mandarinas...

La rubia solo observó como el cuerpo de la castaña se quedó inmóvil y tenso. Jennie volteó lentamente hacia atrás, Lisa le siguió. Ambas chillaron asustadas al ver a la Señora Kim, sentada en el sofá y viéndolas fijamente.

- ¿Mamá...? -Jennie palideció, a diferencia de Lisa, ésta se encontraba más atemorizada por la presencia de su madre.

- ¿Qué tal Señora Kim? -Lisa hizo una reverencia en respeto hacia la mayor, sin dejar de lado su voz poco temblorosa.

La Señora Kim se levantó para acercarse a ellas a pasos cortos y lentos, viendo como ambas chicas llevaban su cuerpo hacia atrás, pero con la mesa interfiriendo solo empujaban más y más.

Jennie al ver a su madre mucho más cerca, se apresuró a hablar.

- Mamá, espera, primero tienes que escucharme, ¿si? Oye, ¿Te acuerdas de la dulce Lisa? ¿He? -señaló a la fotógrafa-. Es Lisa, regresó a Corea para su exposición fotográfica pero la echaron de donde vivía..

La Señora Kim se detuvo en la pequeña mesita que se encontraba en medio de los demás sillones, viendo los objetos en ésta y notando que son claramente de Lisa, tomó el pequeño frasco de perfume Celine entre sus manos y volvió acercarse al mismo paso.

Jennie y Lisa se alarmaron mucho más, la castaña alzó ambas manos dando a entender que se detuviera.

- Mamá, por favor baja esa cosa y escúchame -sonaba aterrada.

Lisa se recargó sobre la esquina, la madre enojada de Jennie le daba miedo, se imaginaba a Jennie llegando a su edad y viéndose exactamente idéntica a ella, ya que Jennie era la viva imagen de su madre, solo que la mayor tenia el cabello corto.

- Esa es la razón de que ahora duerma aquí -volteó un momento a Lisa-. ¿Verdad? Dile.

Lisa la miró de reojo y asintió.

- Si, señora.

La señora Kim solo entrecerró un poco los ojos y señaló una bolsa llena que se encontraba en el suelo.

- ¿Qué es eso? -interrogó.

- Basura, cuando limpié el refrigerador encontré mucha comida caducada -explicó rápidamente Lisa.

Jennie aprovechó para alejarse un poco.

- Mamá, mamá, mamá, Lisa es mi amiga, ¿si? La mejor en veinte años -Jennie continuaba aclarando la situación.

Lisa carraspeó, llamando la atención de madre e hija.

- Diecinueve -corrigió.

- ¿Qué? -Jennie no logró comprenderla.