no vuelvas a hablar conmigo ni con ninguno de mis catorce hijos nunca más

Tú vales más

Ennoshita Chikara

Ennoshita Chikara era quizás la persona más valiente que Ukai había conocido.

No era valiente en la forma irreflexiva e indiferente en la que uno se lanza hacia adelante sin pensar en las consecuencias; en cambio, era valiente en la forma en que una persona sentía cada centímetro del miedo que la inundaba, y luego decidía seguir adelante de todos modos.

Por ejemplo, había hecho falta valor para volver al club después de dejarlo. Se había necesitado coraje para aceptar el manto de Capitán de manos de Sawamura, junto con las infinitas e inevitables complicaciones que siguieron después. Se había necesitado coraje para interponerse entre Ukai y un Yamaguchi con los ojos llorosos a pesar de la forma en que le temblaban las rodillas.

Ukai había hablado con ambos después de ese incidente, se disculpó con Yamaguchi por perder los estribos (el consejo que había tenido que dar era sensato, pero sus métodos habían sido... menos que admirables) y agradeció a Ennoshita por detenerse. él antes de que las cosas se salieran de control).

 
Raro era el niño que se enfrentaría a su Entrenador de esa manera; más raro aún era el niño que se encogía de hombros y simplemente afirmaba que al final no había nada especial. Ukai había sabido en ese momento quién sería el próximo Capitán.

Y qué Capitán era Ennoshita.

No había duda de que el legado de Sawamura era difícil de cumplir. Había tomado a un equipo caído y los había convertido en campeones: recogió a sus compañeros de equipo del mismo piso de la derrota para llevarlos a la victoria una y otra vez. Pero Ennoshita había aceptado la carga, si no con facilidad, al menos con ecuanimidad, superando todos los desafíos que se le presentaban.

Tenía algo de Sawamura en él, esa astucia de mirada lejana, los dientes apretados frente a terribles probabilidades, pero también había, sin duda, un elemento propio. Ennoshita siempre había sido confiable, imperturbable; pero en los últimos seis meses se había afilado como una cuchilla. Ukai tenía la vaga idea de que si una avalancha colapsara sobre Ennoshita, Ennoshita emergería erguida y, como mucho, levemente irritada.

En general, Ukai no se avergonzó de admitir que Ennoshita era probablemente un hombre más valiente que él. Su sospecha solo se confirmó en la semana posterior a los Interhighs. Karasuno había perdido ante Date Tech en la ronda final, y el partido se les escapó justo después de un bloqueo fallido.

Los niños, especialmente los de primer año nuevos y de ojos brillantes, se lo habían tomado muy mal. Kageyama y Hinata habían descendido a una pelea explosiva de varios días que culminó con un exasperado Yamaguchi encerrándolos a ambos en la sala de almacenamiento. Se habían reconciliado después de unas horas (y probablemente también se habían besado, si sus expresiones vagamente culpables cuando los dejaron salir fueran algo por lo que pasar).

Los de primer año, por otro lado, no se consolaron tan fácilmente. Tanaka y Nishinoya, incapaces de soportar las miradas abatidas que sus estudiantes de primer año habían llevado a la práctica deportiva, se les ocurrió la brillante idea de hacer una broma para animarlos. Eso estaba muy bien, excepto que habían cometido el error de elegir el VBC de mujeres de Karasuno como sus objetivos.