02 ♥️💋 Acepta Por Favor 💋♥️

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Moonbin, estudiante universitario de  Mercadotecnia. Tiene 23 años, en realidad en unas semanas los cumple. Vive con sus padres, aunque viajan mucho por trabajo. Es extrovertido y popular en la universidad. Siempre está acompañado tanto por chicos como por chicas, especialmente por sus mejores amigos. Se destaca también al ser miembro del equipo de natación. De cabello rojizo oscuro y ojos gatunos, nadie puede negar su gran atractivo.

Le gusta estar solo en casa, o será la costumbre. El día de hoy fue algo ajetreado. No veía la hora de llegar a su hogar, echarse un relajante baño y dormir.

Pero lo que tenía planeado se esfumó por culpa de su extraño vecino.

Al bajar de la motocicleta escuchó una voz tímida saludarlo. Al apreciar quien era le extrañó sobremanera el ver aquel niñato saludándolo.

¿Alguna vez habían cruzado palabra?

Lo recordó. 

Claro... era su vecino.

A pasos torpes vio que se acercó. Lo que menos esperaba es que le pidiese un favor. Así que para ser amable aceptó ir a la casa de éste para saber que necesitaba.

Le vio ansioso cuando le abrió la puerta.

Le vio pálido cuando se sentó en aquel sofá.

Le vio totalmente sonrojado al estar en un estado de ansiedad.

Y eso le asustó.

¿Qué le pasaba a este niño?

Lo que escuchó de sus labios lo dejó pasmado.

- ¡...solo enséñame a besar!

¿Escuchó bien?

No, seguramente entendió mal.

- Disculpa ¿qué?

- Enséñame a besar - escuchó nuevamente aquella frase salir de esos pálidos y temblorosos labios.

Parpadeó por un par de segundos, lo miraba sorprendido.

- Creo... creo que te afectó el calor - dijo algo nervioso aún sin poder comprender realmente  lo que aquel niño le dijo.

- Por favor, necesito que me enseñes a besar.

- ¿De verdad me estás pidiendo eso niño? ¿Quieres que vaya preso?

Dongmin no entendía por qué iría a la cárcel si lo enseñaba a besar.

- Solo enséñame, te lo pido. No entiendo por qué irías a prisión por ello - sus ojos se apreciaron tristes.

- ¿Crees que voy por ahí besando a menores de edad? - la voz molesta del rojizo era notoria.

El azabache ladeó la cabeza tratando de entender totalmente aquellas palabras.

- Pero yo no soy menor de edad.

- Si claro.

- No sé si sentirme halagado u ofendido por tu  comentario. Pero te aseguro que no soy menor, tengo 21 años.

- No te creo, eres un mocoso.

- Te lo demostraré - tomó su mochila que estaba en el sillón y sacó sus documentos personales.

Enséñame a BesarWhere stories live. Discover now