O25. el efecto del fernet

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Habían pasado dos semanas y los encuentros con Leandro eran cada vez más repetitivos, el había conocido e hablado un poco con Bruna, a la cual le cayó muy bien.

Hoy nos veríamos de nuevo, ya que Bruna iba con Lisandro y Leandro vendría a comer a casa.

Cuando el timbre sono supe que había llegado, por lo que fui a abrir y ahí estaba el.

—Hola nick, toma, son para vos— habló sonriendo mientras tendía un ramo de flores.

—Ay lea, no hacia falta! son hermosas.

—Las vi cuando venia para acá y me recordaron a vos, se que los tulipanes son tus favoritos— respondió mientras colgaba su campera en el perchero.

—¿Qué queres comer?

—¿Y si pedimos Mac?

—Dale, ¿en un rato no?

—Si porque me duele la panza de la merienda todavía.

Yo solo rei para después sentarme y poner algo de música en la tele, para después empezar a hablar de temas triviales, hasta que tocó uno que estábamos tratando de evitar.

—El mes que viene seguro tenga que irme— habló haciendo una mueca.

Ambos sabíamos que si esto pasaba a más, se terminaría a fin de mes, o se formalizaria y yo tendría que irme con el, pero Bruna estaba de por medio.

—Si, lo se.

—Supongo que volveré a París y voy a ver si me hacen alguna oferta buena, también estaba la idea de irme a boca, pero creo que todavía me queda tiempo en Europa.

—Que mal que los de Juventus no les quieran renovar, ¿ángel se va no?

—Si, esta viendo, parece que se va al benfica por un tiempo, con ota.

—¿Y vos no irías?

—No me gusta tanto, más que nada la liga y que esta ubicado en el fin del mundo.

—Claro, entiendo.

—Pero bueno, no hablemos de cosas tristes, vamos a pedir la comida que tengo hambre.

—Leandro, hace 30 minutos atrás me dijiste que te dolía la panza.

—Sh, yo quiero una triple.

Empecé a reírme a carcajadas por su pedido a pesar de que le dolía el estomago.

Una vez que pedimos, nos sentamos como nenes ansiosos a esperar que llegue la comida.

—¿Tenes fernet?

—¿Preparo?

—Tráeme que hago yo.

Fui a buscar las cosas para luego llevárselas y que lo haga el.

—Me imagino que vas a hacerlo 70/30.

—No, 60/40— respondió mirándome.

El timbre sono por lo que fui a buscar el pedido, una vez que lo tenia volví a la cocina.

—Siento que me voy a poner en pedo— habló el mientras tomaba.

—Probablemente.

Y así fue, cuarenta minutos después lo tenía delirando cosas mientras que yo solo reia a carcajadas.

—¿Por qué te reís? s-sos re mala— habló arrastrando las palabras.

—Perdón, no me río más— hable conteniendo mi risa.

—Mentira, reite, sos lind-da cuando te reis— respondió igual que antes.

—Gracias, me lo decis siempre, vos también sos lindo aunque estés en pedo.

—Basta Nicole, m-me enamoras.

—Pero no hago nada yo para enamorarte.

—Capaz que no t-te das cuenta, pero si haces, y más de lo q-que te imaginas.

—Aprecio tus palabras aunque te las vas a olvidar mañana.

—Pue-de ser, pero sabes que no voy a olvidarme mañana, esto.

Tomo mi cara con sus manos para luego plantarme un beso, el cual me dejó atónita pero después de unos segundos se lo devolví, había esperado este momento hace mucho tiempo como para no hacerlo.

PERDÓNAME ━━━ lisandro martinez Where stories live. Discover now