O3O. preguntas sin respuestas

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Al siguiente día de hacerme el test le había contado a Leandro, quien se puso bastante feliz por la noticia, lo que me sorprendió aunque era seguro lo que iba a suceder.

Decidimos no contarle nada a los chicos por las dudas, hasta que vayamos al doctor y este nos de el resultado.

Había pedido el día libre el en su trabajo y yo igual, así podríamos ir al doctor, ya que habían pasado dos semanas pero desde que me había hecho el test no había tenido más vómitos, ni dolores de cabeza u cualquier otro malestar, lo cual se me hizo algo extraño.

Estábamos esperando a que vengan a buscar a Gio y Vicki para luego emprender camino hacia el consultorio del doctor en el que habíamos sacado cita.

Verdaderamente tenía miedo y una mala sensación, pero traté de ignorar eso que me estuvo persiguiendo toda la mañana.

[...]

Los chicos ya se habían ido y nosotros recién llegábamos al consultorio, una vez que lean estacionó bajamos ambos y nos sentamos a esperar.

Me estaba muriendo de nervios y cada vez empeoraba al ver que pasaba el tiempo y no me atendían, lo cual me hacía tener más tiempo para sobrepensar y tener más nervios.

—Tranquila, amor— habló lean tomando mi mano mientras dejaba leves caricias.

—Tengo un mal presentimiento desde hoy a la mañana.

—¿Malo como qué?— preguntó extrañado frunciendo el ceño.

—No se, de que algo va a salir mal— respondí mirándolo.

—Tranqui, no pienses en eso, acordate eso de las energías que dijo licha.

Yo solo rei ante su comentario y apoye mi cabeza en su hombro para seguir esperando.

Cuando nos habían llamado no quería entrar, como los nenes chiquitos cuando tienen que darse una vacuna, bueno, así estaba yo.

—Buenas tardes— habló una mujer de unos cuarenta y algo.

—Hola, buenas tardes— respondí algo bajo.

—Te voy a tener que pedir que te retires unos minutitos no más y después podes volver a entrar— habló mirando a Leandro.

—Dale— respondió este sin problema para luego salir de la habitación.

Me puse aún más nerviosa cuando vi que había quedado sola, no estaba comprendiendo porque pasaba esto, aunque bueno, mi último embarazo fue hace diez años.

—Bueno, te voy a pedir que te levantes un poco la remera dejando al descubierto la pancita así puedo poner el gel— habló buscando algo en unos cajones.

Yo solo asentí para subirme un poco la remera y acostarme en la camilla.

—Va a estar un poco frío— habló aplicando el producto —Bien, vamos a ver que hay por aquí.

Ella comenzó a pasar el aparato por mi panza mientras que también con un mouse hacia zoom a la pantalla, como buscando algo.

—¿Tenes los test acá?— preguntó algo extrañada.

—Si, ¿por qué?— respondí de igual forma.

—Mira, estoy viendo y buscando pero no hay nada, e incluso esta todo bien.

—¿Cómo?

—No hay rastros de un bebé.

—Pero los test dieron positivo, me hice tres.

—A ver, veni que te limpio el gel y me mostras.

Luego de hacer ducha acción yo fui hasta mi cartera y una vez que encontré la caja con los tres test adentro se la entregué.

—Mm, es un poco raro que tres test salgan positivo pero en el control no haya nada.

—¿No puede haber chances de que sea muy chiquito?

—No, de igual forma se vería, igual los test de embarazo son un 99% efectivos, quizá los tres fallaron indicando ese 1%— respondió mirándome.

Ella se paro y llamó a Leandro, quien entró algo feliz a la habitación pero al ver los test y que no había fotos de nada, su cara cambió un poco.

—Bien, miramos de todos lados y hice el mayor zoom posible pero no había rastros de bebes, los test son 99% efectivos y puede que los tres que se hizo sean de ese 1% que fallan.

Vi como la mirada de Leandro cambió a una de tristeza mientras asentía levemente.

—De todas formas no hay rastros de que tenga problemas de gestación, por lo cual si gustan pueden volver a intentarlo y cuando tengan dudas venir directo a mi consultorio, así tenemos respuestas eficaces.

—Perfecto, muchas gracias— respondí con una leve sonrisa para luego salir del consultorio.

Al salir del lugar ambos nos subimos sin decir ninguna palabra a lo que yo decidí romper el hielo.

—Tal vez fue lo mejor— hable algo apenada —Porque quizá era muy pronto, ¿vos querías un bebé conmigo?

—Obvio que si, mi amor, de hecho estaba muy feliz con la noticia— respondió mientras miraba el camino —Igual, si vos queres podemos hacerle caso a la doctora e intentar.

—Obvio que quiero, amor.

—Manos a la obra entonces— habló riendo a lo que yo le seguí.

PERDÓNAME ━━━ lisandro martinez Where stories live. Discover now