6. Vacaciones

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Amo la naturaleza y como el cuerpo humano puede conectar con cualquier ser vivo.

Es que estar al aire libre en un lugar diferente a las ciudades donde todo es transitado y rápido es como sacarse un peso de encima.

El campo lleno de animales, áreas verdes y pasarlo junto a tus seres querido era tranquilizante, sobre todo para mí.

Ese era mi ambiente perfecto para hacer lo que más me gustaba, pero como estábamos de vacaciones no podía darme el lujo de llevar todos mis utensilios para pintar, así que me dedique a traer mi cuaderno de dibujos y un lápiz.

Técnicamente eso era para dibujar, pero me había inspirado más de lo normal y acabe haciendo poemas, era algo que me gustaba mucho y ahora creo que me encontraba más inspira que nunca.

Estos últimos meses todo era increíble, mis padres ya empezaban a comprender que Osvaldo estaba interesado en mí y para ellos era una grata noticia, pues adoraban al joven y la verdad que todo era mutuo por parte de la familia el chico.

Cada día que pasaba, Osvaldo solía llevarme pequeñas notas con un mensaje lindo, me dijo: "Te daré todos los días una de estas pequeñas cartas hasta pedirte que seas mi novia"

Y es que la sola idea de pensar que seguía interesado en mi provocaba aquellas famosas mariposas en el estómago, cada día me gustaba más y no podía dejar de pensar en él.

Casi se cumplía el año desde el día de mi graduación donde pactamos conocernos con calma y después de eso él podía hacer la propuesta que deseara.

Admito que esperaba que la fecha terminará rápido para ver como seguían las cosas y es que ahora todo iba cambiando, Osvaldo se estaba dedicando más a hacer videos y yo lo apoyaba en mi totalidad.

Siempre he sido creyente que, si tienes algo que te apasiona, entonces no hay motivos para apagar ese sueño.

Yo era la muestra propia para esa frase dicha por mí misma, ojalá alguien importante lo hubiera dicho... pero si, me empecé a dedicar al arte, a principio a mi padre no le pareció la mejor idea porque para él no era una carrera decente, pero después logré convencerlo ya que me habían pedido mostrar una de mis pinturas en una exposición importante.

—¿Qué haces?

Salí de mi pequeña burbuja y levanté mi mirada del cuaderno.

Era Osvaldo.

Había olvidado contarlo, pero mis padres habían decidido invitarlo ya que Sam trajo a su novio, pero Aldo también había venido.

Cerré el cuaderno y lo atraje a mi pecho.

—Escribo un poco — contesté.

El chico de lentes se sentó junto a mí en medio de la pequeña manta que había puesto en el pasto, justo abajo de un árbol para que me diera sombra.

—¿Y tú qué haces aquí?

—Vine a verte — respondió mirándome con esa linda sonrisa que hacía que sus ojos se achinaran — ¿Me preguntaba si quieras ir a ver una película con los chicos?

—Está bien — acepte — Igual ya iba a entrar a la casa.

—Está lindo aquí, ¿No? — asentí — Pero más linda estas tú.

Negué con una sonrisa y miré al otro lado.

—Tú también te ves muy lindo hoy — mencione.

Osvaldo se acomodó sus lentes con nerviosismo y me miró repetidas veces ocultando sus mejillas de color carmesí.

𝙅𝙪𝙨𝙩 𝙛𝙤𝙧 𝙖 𝙢𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩 | 𝘌𝘭 𝘔𝘢𝘳𝘪𝘢𝘯𝘢Onde histórias criam vida. Descubra agora